El macrogimnasio del yerno de Juan Roig (Mercadona) que cerró a mediodía del día de la DANA: «Fue providencial»
Hortensia Roig, accionista de SUMA Fitness Club, explica que esa tarde esperaban la asistencia de unos 1.000 adultos y 400 niños
![Jesús Ferrer y Hortensia Roig, en las instalaciones de SUMA Alfafar tras el paso de la DANA.](https://www.economiadigital.es/valencia/wp-content/uploads/sites/2/2025/02/hortensia-roig-suma-1000x665.jpeg)
Jesús Ferrer y Hortensia Roig, en las instalaciones de SUMA Alfafar tras el paso de la DANA.
Hortensia Roig, presidente de la escuela de empresarios EDEM y consejera de Mercadona, ha relatado cómo el director de uno de los centros deportivos de los que es accionista, unas instalaciones de SUMA Fitness Club de 35.000 metros cuadrados ubicado en la localidad valenciana de Alfafar, decidió echar el cierre a las 14.00 horas del 29 de octubre, el día que la DANA arrasó la zona. La hija de Juan Roig y Hortensia Herrero explica que esta determinación fue «providencial» y «crucial». Esa tarde esperaban la asistencia de unos 1.000 adultos y 400 niños.
En un escrito publicado bajo el título ‘Una película de terror’, Hortensia Roig relata que la tarde del 29 de octubre empezaron a llegarle vídeos. «Pensé que estaba ante una ‘peli’ de ficción. Pronto me di cuenta de que era una película de terror, de la que he sido una de las actrices de reparto, como lamentablemente, tantos afectados», narra.
La presidenta de EDEM explica la situación vivida en un centro en plena ‘zona cero’ de la DANA de SUMA Fitness Club, cadena de gimnasios presente en Valencia y Castellón de la que es accionista y que lidera su marido, Jesús Ferrer, Suso. Estas instalaciones, golpeadas por la riada, son las más grandes de la empresa, con 35.000 m2.
La tarde de aquel 29 de octubre, recuerda Roig, se esperaba la afluencia habitual en Suma Alfafar: unas 1.000 personas haciendo ejercicio, o a punto de comenzar sus cursillos infantiles, unos 400 niños. «Por algún motivo se había ido la luz a las 14.00 horas, aunque no llovía, y no podían recuperar el equipo electrógeno. Cielo oscuro, viento, pero repito, no llovía. El director, Javier Lanaspa, tomó la decisión de cerrar. Fue providencial. Cuando llegó el agua las instalaciones estaban vacías», cuenta.
«Al día siguiente, la fuerza de la inundación y el barro lo habían destrozado TODO. Un trabajador de mantenimiento pasó a salvo la noche en el segundo piso. Y damos las gracias porque no hubo ningún daño personal», continúa Roig.
Los días después
Tras el relato del señalado para siempre 29 de octubre, Hortensia Roig recuerda cómo, a los pocos días, pudieron visitar el centro de SUMA en Alfafar: «Ver el barro y pensar la tragedia evitada. El lunes 4 de noviembre, el equipo de SUMA pudo por fin ir a limpiar. Y mientras lo hacía, evaluaba los daños para volver a empezar», añade.
A continuación, comparte algunos de los aprendizajes «de esta película», como «tomar decisiones rápidas y efectivas, aun con menos información de la que te gustaría». «El cierre del centro a tiempo fue crucial. Un buen líder debe evaluar la situación, considerar variables y actuar con determinación, incluso bajo presión», agrega.
«En tiempos difíciles se puede perder de vista el propósito», continúa Hortensia Roig, haciendo referencia a uno de los términos clave en la cultura empresarial de Mercadona.
En este sentido, explica: «Ver a mi marido y su equipo esforzándose, tratando de sonreír a pesar de la dureza de la situación, hizo que tomase la determinación personalmente de hacer una donación económica a los trabajadores de SUMA afectados en sus casas, vehículos o enseres. Como me han enseñado mis padres, Juan Roig y Hortensia Herrero, ‘el conocimiento y el dinero dan la felicidad, si los compartes'», continúa el escrito.
Por último, Hortensia Roig lanza un llamamiento: «Aún queda mucho por hacer en las localidades afectadas y seguiré recordándooslo siempre que pueda. Por favor, NO NOS OLVIDÉIS».