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Aguas de Valencia, perteneciente al grupo Global Omnium, está rastreando el suministro de forma continua para evitar cualquier problema de salubridad con el agua en la capital valenciana y en toda la zona afectada por la DANA del pasado 29 de octubre. En paralelo a la limpieza del alcantarillado, el mayor reto en estos momentos, la compañía analiza el agua para la detección de cualquier tipo de patógeno.

Así lo ha manifestado Juan Fran Maestre Picón, de la Dirección de Servicios de GO Lab – Global Omnium en el transcurso de la mesa redonda ‘Día después de la DANA. Emergencias en instalaciones esenciales. Actores clave’ que ha abierto el III Congreso de Seguridad Industrial de la Comunitat Valenciana organizado por la Federación Empresarial Metalúrgica Valenciana (Femeval) y la Generalitat Valenciana.

En esta mesa, moderada por Tomás Jativa, decano del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Industriales (Cogiti) de Valencia, y en la que también han participado Rafael Castillo, presidente de la Asociación de Empresas Eléctricas de Valencia (Aselec); Ramón Morant, de Instalaciones Morant y vocal del Comité Ejecutivo de la Asociación de Empresas Instaladoras de Fontanería, Gas, Instalaciones Térmicas y Energías Renovables (Aseif); Vicente Gramuntell Marco, director de Desarrollo y Transformación de Negocio de Nedgia, del Naturgy Energy Group, y Paco Ferrandis, jefe del sector Valencia de i-DE, distribuidora del grupo Iberdrola.

Castillo ha relatado que, inmediatamente después del paso de la DANA, desde Aselec tuvieron que ponerse a trabajar «de inmediato» porque la energía, la electricidad, es algo «sumamente necesario».

Así, ha explicado que formaron un grupo de empresas voluntarias, que ha tenido 120 empresas de forma regular, y que recibía avisos sobre las diversas necesidades. «El objetivo prioritario era que todo el mundo recuperara el suministro», ha comentado.

De forma similar, Ramón Morant ha apuntado que desde Aseif organizaron a todos los instaladores voluntarios para ponerse a trabajar de inmediato. «Hemos recibido apoyo de asociaciones de toda España, que nos han enviado medios y recursos», ha agradecido.

Gramuntell, por parte de Nedgia ha desarrollado: «La primera fase de la emergencia fue poner en seguridad las redes para garantizar la seguridad de las personas y las instalaciones. La segunda fase fue poner en marcha el suministro. Teníamos más de 200 personas trabajando sobre las zonas afectadas, muchas de ellas en la zona cero».

«Y en la tercera fase, hemos lanzado un plan de ayuda para que los comercios y las pequeñas empresas puedan volver a la normalidad. Pero la seguridad ha sido una línea roja en todo momento«, ha puesto de relieve.

Maestre, de Global Omnium, ha apuntado que en su caso también trabajaron «por fases». «Al principio, ser capaces de producir el agua necesaria en calidad y en cantidad tanto para Valencia como para el área afectada», ha relatado.

Para ello, ha continuado, lanzaron un «SOS de ayuda» a todo el que conocían. La respuesta fue que han tenido más de 150 empresas voluntarias, con más de 1.000 voluntarios especializados colaborando, como del Canal de Isabel II de Madrid o de Málaga. Con todo ello, en dos semanas han logrado reponer los servicios y «que todo el mundo tenga agua».

En la fase actual, están trabajando un total de 167 camiones cuba en el alcantarillado afectado, en lo que supone «el gran reto ahora» porque, ha advertido, si no se soluciona se generará «un problema de salubridad«. Es por ello que, en paralelo, están analizando el agua para la posible detección de patógenos.

Por su lado, Ferrandis también ha destacado que «se han desplazado voluntarios desde muchas partes de España». «Hemos vivido situaciones similares, como Filomena, aunque no de esta magnitud, que nos han ayudado para aprender a gestionar estas catástrofes», ha expuesto.

Así, ha afirmado que han tenido que desplegar hasta 156 grupos electrógenos para abastecer a las zonas donde la red estaba «destruida». «En 24 horas, teníamos más del 90% de la red de suministro repuesta. A pesar de ello, muchas instalaciones particulares y, aunque tuvieran servicio de luz, no les llegaba el servicio», ha explicado.

Más de 2.500 solicitudes de actuación

La labor o función de estos profesionales y de las compañías suministradoras se ha visto que es fundamental y el papel de la seguridad industrial ha sido clave para actuar con rapidez, pero de forma segura y bien. En lo relativo a las instalaciones de gas, se han atendido más de 2.500 solicitudes de actuación y la problemática está en el impacto de los vehículos sobre las redes, viviendas y locales.

Al respecto, en la mesa se ha indicado que se está restableciendo el suministro de forma sectorializada, y se están acometiendo revisiones pero lo que va a primar es la seguridad de las personas. Respecto al agua, en dos semanas estaba repuesto el suministro mediante actuaciones consistentes en traer agua desde diferentes puntos o parte técnica de suministros (desde Chera, Alicante desaladora, …).

Ahora, la segunda fase es de revisión y adecuación de las instalaciones a la normativa y a la seguridad para lo que ha solicitado un cambio del marco normativo de la seguridad industrial para las instalaciones eléctricas, de gas, calefacción, etc. para mejorar los procedimientos de revisión.

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Fernando Arufe

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