Alba Granados, los primeros 20 años de un nuevo clásico de Barcelona

Este elegante restaurante ubicado en uno de los epicentros gastro de la capital catalana presenta un menú aniversario basado en su combinación de tradición y modernidad

Algunos de los platillos del menú 20 aniversario

Algunos de los platillos del menú 20 aniversario. Foto: Alba Granados

Que un restaurante llegue a los 20 años de vida es todo un logro. En estos tiempos de felicidad instantánea y una ansiedad por los resultados que no da tiempo a las estrategias a largo plazo, que haya un local que haya estado ese tiempo conservando su prestigio es para festejar.

Por ello Alba Granados (Enric Granados 34) celebra sus dos décadas de vida con un menú especial en el que sintetizan su historia en uno de los polos gastronómicos de Barcelona, donde ha sabido diferenciarse de la abundante oferta de bares y restaurantes vecinos con una propuesta que combina la tradición con la modernidad, las recetas de toda la vida con la innovación.

Sala de El Bala, el espacio de cócteles
Sala de El Bala, el espacio de cócteles. Foto: Alba Granados

Las raíces de Alba Granados

En realidad, los orígenes de Alba Granados van más allá de los 20 años, porque las raíces hay que buscarlas en 1996, cuando Victoria, la abuela de su actual propietario Mario Claver, abrió el restaurante Alba París.

Su madre Aurora tomó el relevo, y con su marido en 2005 cortaron las cintas del Alba Granados, donde tanto Mario como su hermana Carlota (que luego tomó vuelo propio con La Gormanda) mantuvieron la receta de una cocina de calidad para degustar sin prisas.

Mario Claver encarna la tercera generación detrás de Alba Granados, donde mantiene la receta de cocina catalana con aspiraciones internacionales

No fueron años fáciles: en 2015 un incendio destruyó el local pero no los sueños, porque en 10 meses reabrieron con la elegante estética que se presenta en la actualidad, con salas de luces tenues y mesas redondas, boxes con tapizado rojo y paredes decoradas con botellas de vinos de alta gama y otras de colores que le dan una estética informal.

Además de la terraza, Alba Granados cuenta con una barra en la parte inferior -con un sector conocido como El Colmado, con jamones, ostras y conservas; y el espacio El Bala en la parte superior, con otra barra de cócteles y una capacidad para 60 comensales -junto con un privado en formato clandestino para 20 más- en una sala con estética de los años’50.

Corazón de alcachofa relleno de confit de pato
Corazón de alcachofa relleno de confit de pato. Foto: Alba Granados

El menú aniversario

Además de sus platos de la carta, vale la pena aprovechar estas semanas para probar el menú 20 aniversario, que recorre grandes hitos de su cocina, ahora liderada por Dobrica Ene.

Esa fue nuestra idea, y empezamos con las ostras con mantequilla, tostas, y dos pipetas: salsa de ponzu y salsa picante ahumada. Si tienen poca tolerancia a los condimentos fuertes, mejor vayan por la primera opción; pero cualquiera de las dos prepara al paladar para el pase siguiente: los dados de atún marinados en soja con aceite de jengibre, wakame, sésamo y pimienta rosa.

Mini solomillo a la brasa
Mini solomillo a la brasa. Foto: Alba Granados

El homenaje al mar, que se refleja en la vitrina con los pescados del día, siguió en este menú especial con la croqueta de gamba y erizo sazonada con mayonesa de chipotle.

Del Mediterráneo saltamos al campo del norte de España, por medio de la tosta de steak tartar de chuleta de vaca rubia gallega ahumada con gilda vasca. Y un buen homenaje a los ingredientes de proximidad fue el corazón de alcachofa, relleno de confit de pato, con una salsa elaborada con múrgulas (variedad de seta), trufa y sal de jamón.

Las carnes son protagonistas de la carta
Las carnes son protagonistas de la carta. Foto: Alba Granados

Entre el mar y la montaña

La dualidad de mar y montaña siguió con los dos principales, que dieron un salto en el tamaño de las porciones. El primero fue un tierno pulpo a la brasa presentado en una parmentier de patata, papada ibérica y salsa teriyaki; que dio paso al mini solomillo a la brasa con mantequilla al estilo de café de París.

Tras este desfile de siete pases no es fácil acometer la traca final de los dos postres. Pero no podíamos perder la oportunidad de probar las creaciones del Alba Granados, así que decidimos aceptar la propuesta dual del coulant de chocolate con helado de fruta de la pasión; y el flan de queso y caramelo con helado, dulce de leche y nata montada.

Este menú, de un precio de 80 euros por persona, llega acompañado de un maridaje de tres vinos, todos de una excelente calidad: el blanco Vol d’ Ànima 2023 de la bodega Raimat (chardonnay, xarel·lo y albariño), el albariño Buffalo de la DO Rías Baixas, y el tempranillo Viñas Pomal de Bodegas Bilbaíñas (DO Rioja).

Rodaballo, una de las especialidades del mar
Rodaballo, una de las especialidades del mar. Foto: Alba Granados

Las propuestas de Alba Granados

En cuanto a la carta principal, se puede optar por varios platillos y tapas para compartir como el dúo de carpaccios de gamba roja y cigala con vinagreta de caviar, los buñuelos de bacalao salvaje o la selección de quesos. Ya en un escalón superior de tamaños, están los entrantes como el tartar de atún Bluefin con guacamole, las croquetas (de carne de olla o de gamba roja y erizo de mar), las gambas rojas al ajillo o los caracoles a la llauna, entre otros.

Los huevos tienen un apartado propio, combinados con foie gras y setas, con gamba roja y gulas, con jamón de bellota o los clásicos con cebolla crujiente.

Y dentro de los platos principales, los arroces y pescados de lonja se presentan en una media docena de opciones, como la paella Alba con sepia, el arroz negro del Delta con gamba y sepia, el chuletón de rodaballo a la brasa o el bacalao salvaje confitado.

Pero si algo caracteriza al Alba Granados es la importante presencia de las carnes en la carta, donde hay cortes premium como el lomo alto de Black Angus de Nebraska, el chuletón de vaca rubia gallega, el T-bone de vaca sashi o el exclusivo entrecot de wagyu Miyazaki, entre otras. Detalle: varios cortes se pueden agrupar en la Tabla de Carnes, para un mínimo de 5 personas.

La sala presenta una atmósfera cálida y cercana
La sala presenta una atmósfera cálida y cercana. Foto: Alba Granados

Otras opciones cárnicas son el cordero a baja temperatura, el gran canelón de faisán y pollo de Pagés, el solomillo de vaca vieja frisona, la hamburguesa de wagyu o el magret de pato a la piedra.

La carta de vinos está muy bien provista con tintos, blancos rosados y espumosos que se ofrecen por copas y botella -incluso magnum-, con DO de varias regiones de España, sobre todo de Cataluña -como Penedès, Catalunya o Costers del Segre-, además de varias de Francia, Alemania o Argentina; inclusive varias propuestas de alta gama para mantener bien en alto la fama que Alba Granados se ha ganado en estos 20 años.

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