Los 5 pueblos más antiguos de España
Si quieres hacer una escapada a los pueblos con más historia de España, estas son algunas de las propuestas que no te puedes perder

El pueblo de Olite en Navarra. Foto: Turismo de Navarra
España es una tierra marcada por siglos de historia y la huella de numerosas civilizaciones. Su ubicación estratégica en el extremo occidental de Europa la convirtió en un enclave crucial para fenicios, romanos, visigodos y musulmanes, quienes dejaron su impronta en numerosos rincones del territorio. Algunos de esos asentamientos han sobrevivido al paso del tiempo y, hoy en día, son pueblos llenos de encanto y vestigios históricos. Si buscas una escapada al pasado, te proponemos un recorrido por algunos de los pueblos más antiguos de España, donde la historia cobra vida en cada calle y monumento.
1. Tarifa, Cádiz: El punto más al sur de Europa
Tarifa, en la provincia de Cádiz, es uno de los enclaves más antiguos de la península y tiene el honor de haber sido uno de los primeros asentamientos musulmanes en España. Fundada en el año 711 d.C. con el nombre de Al-Yazirat Tarif, fue un punto clave para la invasión árabe de la península ibérica debido a su estratégica ubicación en el Estrecho de Gibraltar. La isla de las Palomas, situada frente a la costa de Tarifa, sirvió como base militar para los primeros exploradores musulmanes que se enfrentaron a las fuerzas visigodas.
A lo largo de los siglos, Tarifa ha sido fortificada y ha desempeñado un papel crucial en numerosos conflictos, incluyendo las batallas entre cristianos y musulmanes y las disputas con los ingleses tras la conquista de Gibraltar. Hoy, sin embargo, este es uno de los pueblos que ha dejado atrás su pasado bélico y se ha convertido en un destino turístico muy popular, especialmente para los amantes de los deportes náuticos como el windsurf y el kitesurf. La combinación de su rico pasado histórico y su vibrante presente lo convierten en una parada obligatoria para quienes deseen descubrir uno de los pueblos más antiguos de España.
2. Coria, Cáceres: Un legado romano en el corazón de Extremadura
Otro de los pueblos con mayor historia en España es Coria, ubicado en la provincia de Cáceres. Fundada en el siglo VIII a.C. por los vetones, un pueblo celta del oeste peninsular, Coria fue posteriormente conquistada por los romanos en el siglo I a.C., quienes la renombraron como Caurium. Bajo el dominio romano, Coria se convirtió en un importante enclave militar, especialmente valorado por su caballería ligera.
Uno de los grandes legados de su época romana son las murallas que aún rodean el casco antiguo, un impresionante testimonio de su pasado como fortaleza. En la Edad Media, Coria adquirió importancia bajo el dominio visigodo y, más tarde, fue fortificada por los árabes antes de pasar definitivamente a manos cristianas. Hoy en día, Coria conserva su encanto medieval, con monumentos como la Catedral de Coria, el Castillo de los Duques de Alba y el puente romano, lo que lo convierte en un destino perfecto para los amantes de la historia.
3. Adra, Almería: Un tesoro fenicio junto al Mediterráneo
El pequeño municipio de Adra, en la provincia de Almería, es uno de los asentamientos más antiguos del sur de España. Fue fundado por los fenicios en el siglo VIII a.C. con el nombre de Abdera. Los fenicios eligieron esta ubicación por su cercanía al mar, lo que les permitía explotar los recursos pesqueros, especialmente el atún, y fabricar garum, una salsa muy apreciada en el mundo mediterráneo.
A lo largo de los siglos, Adra pasó por diversas manos: los cartagineses se hicieron con el control del territorio en el siglo IV a.C., seguidos por los romanos, quienes la incorporaron a su vasto imperio. Tras la caída de Roma, los bizantinos y visigodos dejaron su huella en la localidad, y con la llegada de los árabes, el puerto de Adra cobró gran relevancia comercial. Hoy, Adra es un pintoresco pueblo costero que sigue viviendo de la pesca y que ofrece a sus visitantes playas de gran belleza y un importante legado arqueológico.
4. Olite, Navarra: Un tesoro medieval con raíces visigodas
Ubicado en Navarra, Olite es uno de los pueblos más antiguos y bonitos de España, conocido por su impresionante Palacio de los Reyes de Navarra. Sin embargo, sus orígenes se remontan a la época visigoda, cuando fue fundado por el rey Suintila en el año 621 d.C. con el objetivo de defenderse de las incursiones de los vascones. Antes de los visigodos, la zona ya había sido utilizada por los romanos como una pequeña fortificación.
Durante la Edad Media, Olite floreció bajo el reino de Navarra, obteniendo el Fuero de Estella del rey García IV y convirtiéndose en un importante centro administrativo y comercial. El Palacio Real, construido en el siglo XIV, es sin duda su principal atractivo turístico, un edificio que parece sacado de un cuento de hadas y que transporta a los visitantes a la época dorada de los reyes navarros, por eso es uno de los pueblos que merece la pena visitar.
5. Calahorra, La Rioja: Un bastión romano lleno de historia
Calahorra, en la provincia de La Rioja, es otro de los pueblos con mayor legado histórico en España. Fundada en el año 187 a.C. bajo el nombre de Calagurris, su origen es incierto, aunque se cree que pudo ser un asentamiento vascón o celtíbero. La localidad ganó notoriedad durante la Guerra Civil entre el rebelde Sertorio y la república romana en el siglo I a.C., cuando sus habitantes resistieron heroicamente el asedio de las tropas republicanas.
A lo largo de los siglos, Calahorra fue un enclave estratégico, lo que le permitió mantener su relevancia tanto en la época romana como durante los siglos posteriores bajo el dominio visigodo, musulmán y cristiano. Hoy, conserva muchos vestigios de su pasado romano, como el teatro, las termas y su antigua muralla, lo que la convierte en un destino fascinante para los amantes de la arqueología y la historia.
Estos cinco pueblos antiguos de España son auténticos tesoros que permiten a los visitantes viajar en el tiempo y descubrir la rica herencia histórica de la península. Desde la influencia fenicia en Adra hasta el esplendor medieval de Olite, cada uno de estos pueblos ofrece una experiencia única y un viaje inolvidable al pasado.