Le Méridien Ra, el lujoso plan para una escapada diferente en la Costa Dorada

Ya sea por su playa casi solitaria, su gigantesco spa, sus restaurantes o por el confort de sus habitaciones, este hotel al sur de Barcelona es un recomendado programa para desconectar

Vistas de Le Méridien Ra. Foto Juan Pedro Chuet-Missé

Con su particular diseño de dos estructuras con forma de U unidas por un pabellón central, Le Méridien Ra Hotel & Spa parece abrazar al Mediterráneo por partida doble. Por esta razón casi desde cualquier ángulo, ya sea desde que uno pone un pie en el lobby, en sus restaurantes o desde sus 150 habitaciones y suites, el mar está siempre presente, como un bienvenido compañero de viaje.

Ubicado en la playa de San Salvador, en la localidad tarraconense de El Vendrell (a una hora al sur de Barcelona), el lujoso hotel es uno de esos sitios donde se puede pasar un fin de semana sin salir de sus instalaciones y donde siempre habrá cosas por hacer.

Eso no quita que uno vaya y conozca las propuestas turísticas y culturales de este rincón de la Costa Dorada, con sus playas de largas extensiones, con las visitas a la casa Barral en Calafell (donde el editor Carlos Barral organizaba míticas reuniones de la bohemia catalana y latina) o al hogar natal de Pau Casals, en el centro de El Vendrell.

Todas las habitaciones miran al espejo de agua y al mar. Foto Juan Pedro Chuet-Missé

Pero lo interesante del hotel es que su combinación de playa+gastronomía+spa hacen que uno tenga la agenda llena de propuestas cuando la idea es ir para desconectar. O sea, hacer nada.

La historia de Le Méridien Ra

El origen de este imponente hotel es el antiguo hospital San Juan de Dios, especializado en enfermedades como polio y tuberculosis, que aprovechaba las bondades de una playa con una alta concentración de yodo.

El boom turístico de los años ’60 y los cambios de la medicina llevaron a su cierre en 1970, donde los 15 años de abandono lo arrastraron a un lamentable estado de degradación.

El interior conserva la estructura del antiguo hospital. Foto Juan Pedro Chuet-Missé

Antes de ser balneario y hotel de lujo el edificio de Le Méridien Ra fue un importante hospital para niños enfermos de polio y tuberculosos

Como se describe en el panel ubicado en la entrada, donde se exponen algunos frescos y baldosas de la antigua capilla del hospital, en 1989 inició su resurrección que se concretó en 2004 con la apertura del Ra Wellness.

Las habitaciones

Del antiguo hospital solo ha quedado parte de la estructura central, como el torreón central (que aloja salas para reuniones), los arcos laterales del inmenso lobby, las alas que contienen los restaurantes y la escultura del arcángel que vigila el paseo marítimo. “El resto es todo nuevo”, detalla el director del hotel Connor Cushnahan. “Aquí hemos crecido a los lados, nunca a lo alto” añade.

Los sectores laterales alojan las habitaciones y los apartamentos. En el centro de cada una se despliega un espejo de agua salada de unos pocos centímetros de profundidad, que da un sentido de continuidad visual con el mar además de aportar una cuota de frescor a los balcones.

El complejo tiene 12 tipos de habitaciones, donde las de más categoría -las Grand Superior Room– están en el edificio histórico, con una antesala y balcón privado a salvo de miradas externas.

Amanece en El Vendrell. Foto Juan Pedro Chuet-Missé

Todas tienen en común un estilo de decoración minimalista, de colores claros, que expanden la luz natural que llega a lo largo de la jornada, donde se exhiben los cuadros de escenas de playa del fotógrafo Gray Malin. Baños de grandes dimensiones, escritorio, todo tipo de conexiones, modernos armarios y televisor con enlace al móvil son los detalles que se espera de un hotel de esta categoría.

Las propuestas gastro

En Le Méridien Ra se puede estar un fin de semana y no repetir sitio para comer. Si se quiere platos a la carta, la elección recae en el D.O. Restaurant, basado en una relectura un toque sofisticada de la cocina mediterránea.

Arroz con bogavante. Foto Le Méridien Ra

Por ejemplo, allí pudimos degustar un escabeche de codorniz con puerros y escarola con un refrescante gazpacho de fresón con tartar de atún; y de principales, la paletilla de cordero con cebollas asadas y patatas baby y el rodaballo rustido con milhojas de patata y vinagreta. De postre, optamos por las texturas de melocotón y la torrija de brioche al estilo thai.

En Le Méridien Ra se puede estar un fin de semana y no repetir sitio para comer o cenar

Una bien nutrida carta de vinos con referencias de todas partes de España, con un contrapeso en las denominaciones catalanas, dialogan con un menú de cócteles de autor y otros clásicos (además de una bodega de destilados bien surtida) que se pueden saborear al término de la cena con el balcón sobre el Mediterráneo que es la terraza del DO, o en el Longitude Bar 01º 33’, dondesiempre hay un piano que suena para darle el toque relajante para unos, romántico para otros.

Un punto a favor es que, por más que sea un restaurante de gama alta, los platos del DO no tienen porciones XS como otros locales de ese tipo, sino que son de tamaños con las que se está más que satisfecho.

Espacio para comer bajo las viñas. Foto Juan Pedro Chuet-Missé

Arroces, mariscos y ensaladas de La Terrassa del Mar

Aunque si es por ello, no hace falta recordar que el menú buffet es una deliciosa tentación.

Esa es la propuesta nocturna del otro restaurante, La Terrassa del Mar, donde hay una buena variedad de fríos y ensaladas, además de algunos calientes, basados en las cocinas temáticas de varias partes del mundo; platos que si se sirven en su justa medida puede ayudar a bajar un cambio ante tantas opciones gastro.

Es que durante los mediodías La Terrassa tiene una carta basada en arroces, pescados y mariscos, para honrar la tradición marinera de la Costa Dorada.

Y ni hablar del desayuno, donde se necesitan como seis mesas para presentar el abanico de quesos, embutidos, panificados, frutas, cereales, cafés y tés, dulces y todo lo que entre en la imaginación. Y encima, ofrecen huevos a la carta.

Vistas de la piscina. Foto Juan Pedro Chuet-Missé

El momento del relax

Pero no crean que a Le Méridien Ra se va solo a comer y beber: aquí la idea es desconectar del mundo, lo que se puede hacer sin mucho esfuerzo en las tumbonas de la playa privada a pasos del hotel, donde dicho sea de paso, desde hace unas semanas abrió el beach club que ofrece platos ligeros y cócteles.

“Aquí podemos estar al 100% llenos y sin embargo cada huésped tiene a su disposición 36 metros cuadrados de playa” apunta Desirée Santos, gerente de Marketing del establecimiento.

Otra opción es darse un chapuzón de agua y sol en la piscina ubicada en la azotea de uno de los edificios laterales, donde -ya lo pueden adivinar- hay otra barra más para seguir conociendo los combinados al abrigo de la brisa marina.

Piscina del spa. Foto Juan Pedro Chuet-Missé

Pero lo que nadie se puede perder es vivir la experiencia del Explore Spa by Le Méridien, que aquí presentan como “el spa de hotel más grande de España”. ¿Es para tanto? Pues miren: tiene nada menos que 7.200 metros cuadrados distribuidos en cuatro plantas.

Le Méridien Ra presume de tener el spa de hotel más grande de España, con 7.200 metros cuadrados

En el subsuelo están los vestuarios y el gimnasio con las máquinas de Technogym, el último grito de la avanzada tecnológica del fitness.

En la primera y segunda se encuentra el circuito de relax que se inicia con el Bamboo Lounge y su suave cascada, así como las 55 cabinas donde se ofrecen tratamientos como el Thalasso, el Ayurveda (el complejo fue pionero en estas técnicas indias), los de belleza, los de ducha Vichy, los de terapias orientales, los de tratamientos signature (atención al de cuarzo rosa o al de esencias de baobab), los masajes relajantes y con algas, y la lista sigue.

En la planta superior está la piscina climatizada y con agua salada con capacidad para 108 personas, donde entre los diferentes tipos de duchas y chorros más las cabinas de sauna, hamman, la sala de relax y las tumbonas interiores y exteriores dejan al cuerpo y la mente en modo ‘reset total’. Que nadie se arrepienta de tirar una cabeceada tras una hora por el spa.

Restaurante con vistas al mar. Foto Juan Pedro Chuet-Missé

Experiencias en el Méridien Ra

Al margen de estas propuestas, Le Méridien Ra tiene un amplio catálogo de experiencias para huéspedes o visitantes.

Por ejemplo, bajo las parras de viñas se organizan comidas y cenas del programa La Vie by Le Méridien, donde se propone a algún invitado a que vaya a cocinar de la mano del chef José Antonio Benítez.

En nuestro caso, tras entrantes como gazpacho de fresón, ensaladilla de ventresca con atún, croquetas de ceps y brochetas de solomillo dimos cuenta de un magnífico arroz del Senyoret, que culminó con una trilogía de postres catalanes.

Otra alternativa, muy bien de precio, es el menú del mediodía, con 3 entrantes, principal y postre a solo 39 euros. Una opción que gana enteros frente a muchos restaurantes de las localidades vecinas.

Fuegos artificiales en la noche de Sant Joan. Foto Le Méridien Ra

En el spa hasta octubre se ofrece el ciclo de wellness Be Well by Le Méridien Ra, donde un grupo de expertos enseñan técnicas de relajación, estiramiento y otras actividades “para mejorar el cuerpo y alma”, detallan.

El hotel ofrece salidas de enoturismo y cultura en el programa Unlock Art y las bodegas Avgvstvs, y para Sant Joan, un buen plan es reservar mesa en las terrazas del hotel y disfrutar del buffet basado en mariscos, los espectáculos musicales y los fuegos artificiales que iluminarán la noche del 23 de junio, a un precio de 114 euros con bebidas.

Y de paso, aprovechar para brindar por volver el año que viene.

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