La historia de las fiestas de Cipotegato en Tarazona, Zaragoza

En el corazón de la comarca de Tarazona y el Moncayo, se alza el municipio de Tarazona, en Zaragoza, conocido por su rico patrimonio histórico y cultural. Sin embargo, cada año, del 27 de agosto al 1 de septiembre, esta localidad zaragozana se transforma en un vibrante escenario festivo gracias a las Fiestas del Cipotegato. Este evento, que ha sido reconocido como Fiesta de Interés Turístico Nacional, atrae a miles de visitantes que se sumergen en una celebración llena de tradición, color y emoción.

Historia y orígenes

La historia del Cipotegato se remonta al siglo XVI. Los archivos históricos de Tarazona recogen los primeros indicios de esta tradición, que ha evolucionado con el tiempo hasta convertirse en uno de los símbolos más representativos de la localidad. El Cipotegato es una figura enigmática y colorida, vestida con un traje compuesto por una chaqueta y pantalón de rayas horizontales en verde, rojo y amarillo, que recuerda a los antiguos arlequines.

El origen de esta fiesta tiene sus raíces en una curiosa costumbre relacionada con la antigua cárcel de Tarazona. Cada año, un preso tenía la oportunidad de ganar su libertad. Sin embargo, esta oportunidad venía acompañada de una peligrosa condición: el reo debía recorrer las calles del pueblo sin ser atrapado por los habitantes. Armado con un palo y una bola atada con una cadena, el desafortunado preso intentaba evadir a la multitud que buscaba capturarlo. La mayoría de las veces, la libertad era efímera y muchos presos no lograban su objetivo. Este rito de liberación y persecución fue transformándose hasta dar origen al actual.

La elección del Cipotegato

Hoy en día, la elección de este puesto es un honor que recae en un joven de la localidad, seleccionado por sorteo entre aproximadamente 60 candidatos. Para los jóvenes de Tarazona, ser el Cipotegato es un privilegio que les otorga un estatus especial durante las fiestas. El sorteo y la preparación para asumir este rol son momentos cargados de expectación y orgullo.

El día del Cipotegato

El 27 de agosto, a las 12:00 del mediodía, comienza el evento central de las fiestas. Las puertas del Ayuntamiento se abren y el Cipotegato sale corriendo, enfrentándose a una multitud que lo espera ansiosamente con tomates en mano. Esta carrera caótica y alegre tiene un recorrido que culmina en la plaza principal, donde el Cipotegato escala una pequeña estatua erigida en su honor. Esta figura, símbolo del evento, se convierte en el punto culminante de la celebración, marcando el éxito del Cipotegato en su misión.

Una fiesta de Interés Turístico Nacional

El reconocimiento oficial de la fiesta llegó en 1998, cuando fue declarada Fiesta de Interés Turístico, y en 2009, cuando adquirió la categoría de Interés Turístico Nacional. Este reconocimiento no solo subraya la importancia cultural y turística del evento, sino que también ha contribuido a su creciente popularidad. Cada año, más personas se sienten atraídas por la singularidad y el carácter festivo del Cipotegato, aumentando así el flujo de visitantes a Tarazona durante estas fechas.

Las Fiestas del Cipotegato no se limitan solo al evento principal. Durante los días de celebración, Tarazona ofrece una amplia gama de actividades para todos los públicos. Desde conciertos y verbenas hasta competiciones deportivas y eventos religiosos, el programa festivo está diseñado para asegurar que tanto locales como visitantes disfruten de una experiencia completa y diversa.

Para aquellos que buscan una escapada única y vibrante a finales de agosto, Tarazona y sus Fiestas del Cipotegato representan una opción inigualable. La combinación de tradición, historia y celebración convierte a esta festividad en una oportunidad perfecta para conocer más sobre la cultura aragonesa y disfrutar de unos días llenos de diversión y emoción.

Las Fiestas del Cipotegato son un testimonio del espíritu festivo y la rica tradición de Tarazona. Esta celebración, que ha perdurado a lo largo de los siglos, sigue capturando la imaginación de todos aquellos que participan en ella. Desde su origen en las historias de la antigua cárcel hasta su evolución como un evento destacado de interés turístico, el Cipotegato continúa siendo una figura emblemática que encarna el corazón y el alma de Tarazona. Así, año tras año, la ciudad se viste de gala para honrar a su héroe colorido, invitando a todos a ser parte de esta emocionante tradición.