Trump pasa del miedo a Huawei a la paranoia por los drones chinos

El Gobierno estadounidense podría interrumpir su programa civil de drones por miedo a que China los utilice para espionaje

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Las preocupaciones de Estados Unidos por el presunto espionaje y robo de información de China a través de sus empresas tecnológicas no se limita ya a fabricantes de móviles y redes como Huawei y ZTE. Desde hace algunos meses, el principal proveedor de drones del planeta –la compañía china DJIestá en el punto de mira del Gobierno de Donald Trump, que podría poner fin a su programa civil de drones ante el miedo de que Pekín utilice algunas de estas naves para observar sus movimientos.

Financial Times informa de que el departamento estadounidense del Interior está considerando interrumpir el uso de unos 1.000 drones, argumentando que existe el mismo riesgo de espionaje que con los equipos de Huawei, vetados desde 2018. De la misma forma que con las acusaciones a Huawei, el Ejecutivo de Trump no ha ofrecido pruebas para demostrar que el fabricante de drones comparte información confidencial o tiene un vínculo profundo con el Gobierno chino.

Fuentes de la Casa Blanca han explicado que el secretario del Interior, David Bernhardt, no ha firmado ninguna normativa oficial en este sentido pero que tiene planes de desactivar por completo la flota de un millar de drones del programa civil de EEUU, de los que poco más del 10% fueron fabricados por DJI. El uso de estos drones pasaría así a estar limitado solo para entrenamientos o situaciones de emergencia como incendios forestales y otras catástrofes naturales.

Estos drones suelen utilizarse para tareas de menor urgencia, como el trazado de mapas de terrenos o el rastreo de recursos, informó Engadget. La decisión de paralizar el programa de drones enfadaría a China pero no le tomaría por sorpresa; el Ejército estadounidenses dejó de usar las naves de DJI desde 2017 y el Departamento de Seguridad Nacional ha asegurado que la tecnológica suministra infraestructura crítica y datos policiales a funcionarios chinos.

Ni el Departamento del Interior de EEUU ni Bernhardt han ofrecido declaraciones tras la publicación del informe, que cita fuentes gubernamentales para avisar de los cambios en el programa de drones. Las mismas fuentes han explicado que esta decisión obligaría a EEUU a invertir más dinero en esta tecnología o bien a esperar a ser capaz de fabricar por cuenta propia drones con los que pueda descansar de la paranoia que le provoca China.

DJI rechaza una restricción a los drones chinos

DJI intentó curarse en salud en el verano de 2019, cuando anunció que empezaría a fabricar sus drones en EEUU para eludir las sospechas de Trump. El objetivo era optar al título de «marca de confianza» del Gobierno estadounidense y construir allí su entonces nuevo dron Mavic 2 Enterprise Dual, que según The New York Times es uno de los «favoritos de las agencias los gobiernos estatales y federales».

Pero los rumores de que el veto se extenderá hacen mella en sus planes. DJI ha afirmado esta semana que está a la espera de revisar los hallazgos del Gobierno estadounidense, dada la falta de evidencia para argumentar una restricción de origen en la tecnología de drones. «Instamos a los legisladores y a las partes interesadas de la industria a que se unan para crear estándares claros» para evaluar la seguridad de los drones sin importar dónde se fabriquen, dijo la empresa.

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