Tarjeta bancaria con lector de huellas dactilares
El banco británico Natwest inicia la prueba piloto de una tarjeta de débito con identificación biométrica mediante un lector de huellas dactilares
A partir del próximo mes de abril 200 clientes del banco británico Natwest tengan la ocasión de probar una nueva tarjeta bancaria de débito que incorpora un sensor biométrico; en concreto un lector de huellas dactilares, similar al que es habitual encontrar en cada vez más móviles.
La tarjeta, desarrollada por la neerlandesa Gemalto, prescinde del habitual PIN de cuatro dígitos como medida de identificación del propietario; la transacción tampoco requiere la firma del titular de la tarjeta, que se identifica en la transacción utilizando la huella dactilar.
La huella dactilar se almacena solo en la tarjeta
Por lo demás el funcionamiento de la tarjeta de pago de Natwest es igual que el de cualquier otra tarjeta de débito de tipo «contactless» (para pagos físicos y online) y la tarjeta biométrica conserva las mismas dimensiones y medidas que una tarjeta con chip convencional.
Según Gemalto la huella dactilar se almacena únicamente en la tarjeta de débito, y no en servidores remotos. La configuración de la huella dactilar se realiza en el banco «en cuestión de segundos» o en casa utilizando un accesorio que se incluye con la tarjeta biométrica EMV de Gemalto.
Fotografía: Natwest
Aunque la identificación por huella dactilar se ha probado vulnerable y las huellas pueden «robarse», los sistemas de identificación biométricos son en general más seguros que aquellos que se basan en contraseñas o números PIN, que actualmente se consideran métodos de identificación obsoletos.
Mayor seguridad en las operaciones de pago
El sensor de huellas dactilares únicamente está activo furante el proceso de pago; la conexión inalámbrica entre el terminal de pago y la tarjeta es la que suministra energía al sensor (de la misma forma que funcionan los chips RFID o «antirrobo»), por lo que la tarjeta no requiere pilas ni batería.
El pago mediante tarjeta protegida por sensores biométricos supone un incremento de seguridad respecto a las tarjetas convencionales, más próxima a la seguridad que ofrecen los pagos a través del móvil, donde la transacción también queda protegida por los sensores biométricos del teléfono.