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Mercado libre y regulado en la luz, ¿en qué se diferencian?
Cada uno de los mercados se adapta a las necesidades de cada usuario en función de sus hábitos de consumo
A lo largo de los últimos dos años, hemos sido testigos de una subida generalizada en los precios de muchos bienes básicos en nuestro día a día. Productos como el aceite, el gas o la gasolina se han encarecido de forma exponencial a lo largo de los últimos meses obligando a millones de personas a tener que realizar auténticos malabares para poder recortar gastos de donde sea.
No obstante, uno de los campos en los que más se ha notado esta subida generalizada en los precios ha sido en la luz. Echando la vista atrás, hemos observado cómo los precios han ido creciendo de manera exponencial. Por ello, muchas personas han realizado un estudio de campo en lo relatico al mercado eléctrico, en busca de la factura más asequible.
Ventajas y desventajas del mercado libre y el regulado
Y uno de los principales puntos que debemos tomar como referencia en España se gira en torno a la diferencia entre mercado libre y regulado. En resumidas cuentas, la diferencia entre uno y otro consiste básicamente en que, en el mercado regulado, el precio cambia cada hora en función de las fluctuaciones, mientras que en el mercado libre, estos precios son previamente establecidos por las comercializadoras.
No obstante, no se trata de un aspecto tan objetivo cuya pregunta se pueda resolver de forma sencilla, ya que son varios los aspectos a tener en cuenta a la hora de elegir entre uno y otro mercado. El primer aspecto a tener en cuenta es que depende del consumo eléctrico de cada hogar, es decir, los rangos horarios en los que más luz se consuma. Es por ello que no es muy útil seguir las tarifas de precios si no tenemos en cuenta estos aspectos.
Y lo cierto es que ambos mercados tienen sus ventajas y sus desventajas. La ventaja fundamental del mercado regulado es que se escapa de la especulación por parte de las comercializadoras en lo que respecta al precio del kWh, ya que es un sistema pensado para proteger a los usuarios de los precios abusivos.
No obstante, como desventaja fundamental nos topamos con que el precio varía cada hora y día, lo cual puede resultar algo estresante, especialmente en aquellos periodos de tiempo en los que el mercado es más variable, generando una sensación de incertidumbre, por lo que si quieres conocer a ciencia cierta el precio de tu tarifa cada mes, no resulta la mejor opción.
Por otro lado, el mercado libre también tiene sus ventajas. Más allá de la ya mencionada que consiste en que siempre sabrás cuál el precio que pagarás cada mes, existen también tarifas con discriminación horaria, gracias a las cuales los usuarios pueden ahorrar en sus facturas su hacen un consumo eléctrico en las horas más baratas. Además, en ocasiones las compañías también ofrecen descuentos y ofertas que pueden venir muy bien al final de cada mes.
Entre las desventajas más obvias, destaca el hecho de que al ser precios sujetos a las comercializadoras, pueden ser más altos que los PVPC, que es precisamente el motivo por el que nació el mercado regulado. Además, del mismo modo que ocurre en casi todos los ámbitos, algunas compañías cuentan con permanencia obligatoria y, además, no se puede optar al bono social.