Los tres grandes problemas que retrasan más el A400M
Francia presiona a Airbus debido a que se vislumbran nuevas dilaciones, esta vez, por unas cajas de cambio fabricadas en Italia
Airbus enfrenta nuevas presiones de Francia y otros compradores europeos para cumplir los compromisos de rendimiento y entrega de su avión de transporte militar A400M, debido a que le está costando respetar los plazos firmados.
Tras los esfuerzos parcialmente exitosos para superar los retrasos del mayor proyecto de defensa europeo, el A400M se ha sumido de nuevo en la incertidumbre, sobre todo debido a problemas en un subcontratista italiano que han provocado potenciales reclamaciones de compensación.
Francia ha escrito a Airbus presionando para que la compañía diga si los problemas con las cajas de cambio de fabricación italiana y otras amenazas a la eficacia militar del A400M van a resolverse este año, pero Airbus se ha negado a garantizarlo, según fuentes conocedoras de la situación.
Con necesidades urgentes en África subsahariana y en Irak, Francia ha expresado su preocupación por tres problemas principales que ralentizan a este avión para el transporte de tropas y equipos pesados: los defectos de la caja de cambios que requieren que los aviones sean revisados cada 20 horas de vuelo, unos sistemas defensivos incompletos y limitaciones en ciertos tipos de operaciones con paracaídas.
Alemania se pone exigente
Preguntada sobre si Airbus había sido capaz de clarificar la resolución de los mismos, una fuente familiarizada con el asunto dijo: «No, no en este momento, y sobre todo tampoco dentro del plazo requerido, que es a finales de este año. El gobierno francés no quiso hacer comentarios y Airbus dijo que no se pronuncia sobre las conversaciones que mantiene con sus clientes.
Siete países de la OTAN han hecho pedidos del A400M –Bélgica, el Reino Unido, Francia, Luxemburgo, España y Turquía– para dar a Europa capacidad de transporte aéreo independiente. La ministra alemana de Defensa, Ursula von der Leyen, dijo la semana pasada que el país ejercería su derecho a exigir compensación por retrasos en la entrega del A400M y que podría tener que comprar otros aviones de transporte.
Al rescate del A400M
En 2010, el A400M recibió un rescate de 3.500 millones de euros y posteriormente cambió su cúpula directiva, pero los problemas siguieron acorralando un proyecto lanzado en 2003 y se espera que Airbus tenga que hacer más ajustes a los más de 5.000 millones de euros ya provisionados.
El año pasado, un accidente mortal en Sevilla, que todavía se investiga, expuso una vulnerabilidad en los sistemas de alarma de cabina. Luego, a principios de este año se encontró una grieta dentro de una caja de cambios fabricada por Avio Nero, una filial italiana de la estadounidense General Electric, dando lugar a nuevas y duras inspecciones.
«Es en la actualidad el principal problema y genera incertidumbre sobre el número de aviones que pueden entregarse este año, porque todavía no se sabe cuántas cajas de cambio puede proporcionar Avio». La fábrica de Avio en Turín «tiene que modernizarse», según las mismas fuentes. Añade que las cosas habían mejorado desde que GE la compró en 2013.
Los italianos se defienden
Un portavoz de Avio respondió: «Estamos comprometidos con mejorar nuestra producción». Se negó a hacer comentarios sobre el A400M. Airbus, sin embargo, cree que está haciendo progresos y espera tener una solución certificada para las cajas de cambio en septiembre.
Por tanto aún espera cumplir con un objetivo de entregas de 20 aviones A400M en 2016, pero esta meta está cada vez más en duda ya que en lo que va de año sólo ha entregado cinco, entre ellos uno a Francia.
«Sabemos que es muy frustrante para nuestros clientes y estamos trabajando muy duro con nuestros proveedores de motores y, en concreto, con Avio para encontrar una solución y ponerla en práctica lo más rápido que podamos», explicó una portavoz de Airbus.