Llamber reinventa la carta en vísperas de su segundo aniversario
El restaurante que capitanea el chef asturiano Fran Heras introduce el concepto desayunos de cuchara así como varios platos de otoño
El restaurante Llamber de Barcelona soplará en unos días las velas de su segundo aniversario. Con motivo de esta celebración, el espacio ubicado en el barrio del Born y liderado por el chef asturiano Fran Heras ha reinventado su carta con novedades como desayunos de cuchara o platos que dan la bienvenida al otoño.
La idea es seguir avanzando, en palabras del propio Heras, y no quedarse estancado en esa primera oferta de hace dos años. Así, no sólo se ha hecho más extensa la carta, sino que ha crecido la plantilla –de 12 a 31 personas– y se ha ampliado el horario de apertura –desde las 9 de la mañana hasta pasada la medianoche–.
Mayor sofisticación de la mano del otoño
Se trata de introducir algunos cambios para demostrar que el motor del restaurante funciona y que sigue en plena actividad. Entre las novedades que ahora podrán encontrar los comensales del Llamber destacan los contundentes desayunos compuestos por platos muy tradicionales. Así, los clientes podrán pedir diferentes tipos de huevos fritos a baja temperatura, tortillas, una gran variedad de quesos asturianos y guisos caseros como los callos o fabes, acompañados de zumos de fruta naturales. Los precios de estos platos oscilan desde los tres euros hasta algo más de los seis euros.
Entre las nuevas opciones dedicadas al otoño e invierno cada destacar el esfuerzo de Heras por ofrecer una cocina más sofisticada. Llama la atención un nuevo plato que combina la trufa y el foie sobre una especie de arena negra elaborada con trompetas de la muerte.
También podrán disfrutar los amantes del pulpo de una nueva receta que es una interpretación del pote asturiano elaborado con una espuma de fabes, chicharrón de pulpo, berza, patata y carne.
Platos más tradicionales y contundentes
Sin embargo, menos sorprendentes por ser algo más tradicionales son otras incorporaciones a la carta como un mar i muntanya –mezcla de carne y pescado– servido como si fuera sushi rebozado, así como unos pimientos rellenos de buey de mar y manitas de cerdo y un puré de patatas sobre el que reposa un huevo cocinado a baja temperatura.
Y en los postres : una espuma de arroz con leche con aromas de lima y helado de azafrán.
Se trata de una selección platos más contundentes que se incoporan a la carta para soportar las bajas temperaturas características de esta época del año.