Inventan un método para rastrear armas impresas en 3D

Las impresoras 3D dejan marcas milimétricas en cada capa de plástico usada para crear objetos, con lo que se podría vincular una pistola a su diseñador

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Entre los muchos peligros que suponen las armas impresas ‘descargables’ que se pueden producir con impresoras 3D está que son prácticamente imposibles de rastrear, porque no contienen números de serie, a diferencia de las armas de fuego tradicionales. Pero un investigador estadounidense asegura haber dado con un método para detectar la proveniencia de las armas impresas en 3D.

Wenyao Xu, profesor del departamento de ciencias de la computación e ingeniería de la Universidad de Búfalo, en Nueva York, llama a la tecnología «Prin Tracker«, informó Popular Mechanics. Incluso sin un número de serie, las armas ‘descargables’ tienen diminutos marcadores de identificación que están incrustados en sus materiales, producto del proceso de impresión 3D, explicó el investigador.

El método para rastrar las armas de impresoras 3D

Para llevar a la esfera tridimensional el diseño virtual, este tipo de impresoras colocan distintas capas de plástico u otros materiales una encima de la otra. Dependiendo de la marca de la impresora hay distintas peculiaridades presentes en el diseño final, a menudo en el tipo de filamento y el tamaño de la boquilla. Esto quiere decir que cada impresora deja sus propias marcas o «huellas dactilares» que pueden vincular una pistola a su creador.

El informe dice: «Cada capa de un objeto impreso en 3D tiene pequeñas arrugas, generalmente medidas en submilímetros, llamadas patrones de relleno. Estos patrones suelen ser uniformes, pero según el tipo de modelo de la impresora, el filamento, el tamaño de la boquilla y otros factores pueden tener ligeras imperfecciones en los patrones». El estudio es sobre todos los objetos creados con impresoras 3D, no solo las armas.

Los investigadores imprimieron cinco llaves de puerta en 14 impresoras 3D distintas. Después, fotografiaron cada una de las llaves y las amplificaron digitalmente para ver el patrón de los filamentos. Estas imágenes se ordenaron a través de un algoritmo entrenado para valorar sus variaciones y compararlas con una impresora. Los investigadores tuvieron éxito al vincular el 99,8% de las llaves a sus respectivas impresoras.

El descubrimiento podría terminar en lo anecdótico, sin embargo. Para que funcione correctamente y a nivel judicial habría que obligar a todos los fabricantes de impresoras 3D a registrarse con los gobiernos federales. Además, en EEUU –donde más problemas han surgido por las armas impresas en 3D– existe una negativa a regular las armas de fuego, por lo que no hay muchas expectativas de que el gobierno adopte y desarrolle un sistema para rastrear estas armas.

Pero, por otro lado, a mediados de año un juez de Seattle suspendió temporalmente la distribución de archivos informáticos con diseños para fabricar armas utilizando impresoras 3D, por lo que no todo está realmente perdido.

Alessandro Solís Lerici

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