HONOR y el sistema de Inteligencia Artificial que nos acerca al coche del futuro
El sistema HONOR Magic6 Pro apuesta por una tecnología de seguimiento ocular para llevar a cabo las funciones básicas al volante
Si tuviéramos que hablar de una tecnología que a lo largo del último año se ha hecho con un papel preponderante en el ámbito internacional, sin lugar a dudas la Inteligencia Artificial ha sido el gran descubrimiento de los últimos años. Y es que el sinfín de posibilidades que esta tecnología pone a nuestra disposición abre ante nosotros infinidad de puertas.
Lo que comenzó siendo una herramienta pensada únicamente para mantener una charla con un bot conversacional ha llegado mucho más allá con el paso del tiempo, brindándonos en nuestro día a día herramientas que hasta hace poco parecían utópicas. De hecho, recientemente hemos hablado de algunas relacionadas con el mundo del motor, pero esta novedad sí apunta a renovar por completo el mundo del vehículo.
Así serán los coches del futuro según el último proyecto de Honor
Al pensar en los vehículos del futuro, hace tan solo unos años muchos pensaban en coches voladores y en el fin de los atascos. De momento, la Inteligencia Artificial no ha sido capaz de poner esto en práctica. Y sin embargo, el novedoso sistema del HONOR Magic6 Pro abre ante nosotros un panorama que parece más propio de una serie futurista que de nuestra realidad: conducir el coche con los ojos.
El avance de la realidad virtual, sumado al de la Inteligencia Artificial, ha demostrado ya en múltiples ocasiones que el mundo virtual y el real están cada vez más cerca, siendo las Apple Vision Pro o los múltiples visores de videojuegos el ejemplo perfecto de ello.
Sin embargo, esta innovadora funcionalidad va un paso más allá, puesto que propone cambiar para siempre la forma de conducir, dejando atrás el volante y hacerlo a través de nuestra propia mirada. El proceso, por otra parte, es bastante sencillo: basta con calibrar la mirada con la aplicación móvil a la que está vinculada este modelo, para posteriormente hacer uso de la función de Eye Tracking para llevar a cabo las cuatro actividades fundamentales de la conducción.
Un sistema que, eso sí, por el momento es muy limitado, ya que tan solo permite llevar a cabo cuatro acciones: encender, apagar, dar marcha adelante y marcha atrás. Un hecho que limita mucho todas las maniobras que se deben realizar a los mandos de un volante, y que, por el momento, hace que sea inviable hacer uso de esta tecnología en sustitución de la conducción tradicional, pero que es un ejemplo más de los espectaculares avances que se pueden realizar con la Inteligencia Artificial.
Y más concretamente, con la tecnología de seguimiento ocular, la cual ya ha sido implementada en muchos ámbitos, como es el mundo de los juegos, y a pesar de ser una tecnología prácticamente recién nacida ya ha dado buena muestra de todas las posibilidades que pondrá a nuestro alcance una vez que haya sido plenamente desarrollada. Y es que, ¿quién sabe si es el principio de los coches del futuro? Solo el tiempo dirá.