Hacker y cracker, ¿cuáles son las diferencias?
El concepto hacker, siempre relacionado con una connotación negativa, también abarca un significado positivo
Desde hace ya muchos años, la tecnología se ha convertido en un aspecto fundamental en nuestro día a día. Un elemento que utilizamos para prácticamente todo, y que adquirido un papel vital en varios muchos de los aspectos básicos de nuestro día a día. Sin embargo, de la mano de las muchas ventajas que tiene la tecnología, también trae consigo muchos riesgos.
Lejos de todos esos beneficios, la aparición de ciberdelincuentes ha supuesto una enorme amenaza hacia la seguridad de los usuarios en todos los dispositivos. Precisamente por ello, la ciberseguridad ha jugado un papel fundamental a lo largo de los últimos años. Y en este ámbito, todo el mundo ha oído hablar alguna vez del término hacker, sin embargo, es un término con muchos matices, además de no ser el único.
La diferencia entre las dos caras de una misma moneda
A nivel global, el término hacker siempre ha sido reconocido como un concepto negativo, siendo la palabra que representa a todos aquellos ciberdelincuentes que amenazan la seguridad de los dispositivos de los usuarios. Sin embargo, en los últimos años se ha establecido una diferencia dentro de este concepto: el hacker ético y el cracker.
El término hacker a nivel general engloba a un ciberexperto con un gran talento en el ámbito cibernético, sin especificar las finalidades del mismo. Sin embargo, los fines de estos expertos no tienen por qué ser únicamente negativos. De hecho, la profesión del mencionado hacker ético, que es aquel que se encarga de defender todo tipo de infraestructuras tecnológicas, es una cada vez más demandadas.
En contraposición, y haciendo referencia a ese concepto negativo que arrastra el término hacker, nos topamos con el concepto cracker, que es, precisamente, ese ciberexperto que utiliza sus conocimientos para llevar a cabo actividades ilícitas. Según su definición oficial, un cracker es aquel ciberexperto que trata de acceder a un sistema informático sin autorización del dueño.
Una connotación positiva que redefine el concepto de hacker
Dos caras de un mismo concepto. Uno de ellos se centra en proteger y salvaguardar a nivel cibernético la seguridad de los usuarios, ya sea detectando brechas de seguridad en los sistemas o creando adaptaciones que los conviertan en sistemas más seguros. El otro, sin embargo, tiene un único objetivo: dañar los sistemas ajenos a través de todo tipo de técnicas, buscando crear el mayor daño a otros usuarios en busca de su beneficio propio.
Una división que establece de una vez por todas una diferencia entre dos conceptos que forman parte de un mismo término, pero que, por encima de todo, demuestran que un hacker no tiene nada que ver con un ciberdelincuente, y puede llevar a cabo actividades pensando únicamente en el beneficio de los usuarios.