Evita los famosos virus por correo con estos sencillos pasos
Una de las formas más habituales de introducir malwares en los sistemas gira en torno a la descarga de virus escondidos en correos electrónicos
En plena era de internet, las posibilidades con las que contamos a día de hoy en todos los ámbitos son prácticamente infinitas. Y es que internet es una puerta abierta a infinidad de información, herramientas, y todo tipo de recursos que tenemos a tan solo unos clics de distancia. Pero como en todo, esto tiene su contraparte.
Y es que, si no es utilizado con cuidado, internet puede convertirse en un lugar peligroso. La presencia de ciberdelincuentes y estafas online están a la orden del día, y son muchas las formas a través de las cuales estos estafadores pueden tratar de llegar a nosotros con el objetivo de tener acceso a todo tipo de información personal. Y hoy hablaremos de una de las más básicas.
Una de las formas más habituales de estafa, al descubierto
Son muchas las vías a través de las cuales estos ciberdelincuentes pueden tratar de tener acceso a nuestros perfiles. Sin embargo, el correo eléctronico es, sin duda, la vía más directa. Y es que no todo el mundo revisa correctamente la fiabilidad de las páginas en las que introduce su dirección de correo, siendo esto una puerta abierta para los estafadores, que lo emplearán para llevar a cabo todo tipo de estafas.
Ya hemos hablado de algunas como el phising o el vishing, algunas de las técnicas de estafa por internet más depuradas, que buscan engañar o chantajear a los usuarios para tener acceso a información muy delicada. Sin embargo, el modus operandi de otros muchos consiste en introducir virus y todo tipo de malwares en nuestro sistema, para lo cual también hacen uso del correo electrónico.
Por ello, es fundamental determinar cuáles son los puntos más básicos a través de los cuales tratan de introducir estos elementos no deseados en nuestros dispositivos. Y el primer consejo que debemos tener en cuenta, es el de desconfiar de los contactos desconocidos. No importa el contenido del correo, si procede de un remitente no verificado o que no conocemos, lo más sensato que podemos hacer es mandarlo directamente a la papelera sin pensarlo en exceso.
No obstante, en ocasiones el engaño está tan bien desarrollado que puede llegar a ser difícil dilucidar si se trata de un remitente fiable, puesto que en muchas ocasiones se hacen pasar por entidades conocidas. Por ello, y como ocurre casi siempre en internet, lo más lógico, hasta que deduzcamos si se trata de un correo malicioso o no, es desconfiar de todo lo que aparezca en ese correo.
Entre las muchas cosas que debamos evitar en lo que respecta a un correo de dudosa procedencia, destaca, en primer lugar, el hecho de abrir archivos adjuntos, puesto que es la forma más habitual de introducir un virus en un sistema. Lo mismo ocurre con los enlaces acortados o sospechosos, con varios caracteres o letras, puesto que es poco habitual que estos nos redirijan a un lugar oficial.
Del mismo modo, es también muy recomendable no contestar a estos correos. Si se trata de una persona conocida o de una empresa que busca ponerse en contacto con nosotros, volverá a hacerlo explicando la legitimidad de su correo, o podremos ser nosotros mismos quienes nos encarguemos de comprobar la veracidad de su origen a través de otras vías. Pero si lo que buscas es evitar problemas con tu dispositivo, es imprescindible que sigas estos pasos a pies puntillas.