El Wi-Fi del futuro ha llegado: adiós a los problemas de conexión en casa
Las redes Wi-Fi Mesh apuestan por una estructura de múltiples nodos para apostar por una cobertura de señal más fuerte y estable
En pleno 2024, es indudable que el acceso a internet supone en millones de hogares alrededor de todo el mundo un aspecto de primerísima necesidad para llevar a cabo todo tipo de actividades, desde las laborales hasta el ocio. Precisamente por esto, uno de los principales problemas, especialmente en casas grandes, es una mala conexión Wi-Fi, que no nos permita navegar con fluidez.
Si bien es cierto que los servicios ofrecidos por las compañías son cada vez más potentes, y existen opciones como los amplificadores que buscan poner fin a este problema, por encima de todo, últimamente han entrado en juego las redes Wi-Fi Mesh, o malladas, que han llegado a nuestras vidas con el objetivo de incrementar en gran medida la calidad de estas redes Wi-Fi. Y hoy te contaremos en que consisten.
Este es el secreto que esconden las novedosas redes Wi-Fi que mejoran la calidad de nuestro internet
Lo que mucha gente desconoce es que el secreto no se esconde en la potencia contratado, sino en la cobertura de red, que es precisamente lo que se encarga de distribuir toda esa potencia entre los distintos dispositivos que podemos tener conectados en cada una de las estancias de nuestro hogar. Una vez entendido este punto, es muy fácil comprender el éxito tras las redes Wi-Fi Mesh.
En resumidas cuentas, una red Wi-Fi Mesh es un tipo de red inalámbrica diseñada para proporcionar una cobertura de señal fuerte y uniforme en todo tu hogar o espacio grande, eliminando las zonas muertas. Su funcionamiento gira en torno a la utilización de varios dispositivos llamados nodos o satélites, que se distribuyen estratégicamente por el lugar.
Pero, ¿cómo funcionan estas redes? En lugar de llevar a nuestros hogares un único router, tal y como hacen las redes tradicionales, este tipo de red utiliza múltiples nodos o satélites que se conectan entre sí y crean una única red Wi-Fi. La ventaja de esto es que cada uno de estos nodos se encarga de extender la señal Wi-Fi, eliminando por completo las zonas muertas a las que no llegaba la señal.
Como consecuencia directa de esto, este tipo de red lleva a nuestro hogar un roaming continuo en el que ya no tendremos interrupciones en cuanto nos separemos del router, ya que ahora los dispositivos tienen la capaz de conectarse automáticamente al nodo con la señal más fuerte, encontrando cada uno de ellos en distintas estancias, por lo que los cortes o bajones de señal no harán acto de presencia de la mano de este tipo de redes.
Esto, evidentemente, trae consigo muchísimas ventajas más allá de brindarnos una cobertura uniforme en todos los espacios de nuestro hogar. Y es que este tipo de red puede cambiar por completo el uso que hacemos de los dispositivos en cada espacio de nuestro hogar, ya que, más allá de ofrecer múltiples nodos, muchos de estos sistemas mesh ofrecen a los usuarios herramientas para gestionar cada dispositivo conectado a la red, permitiendo llevar a cabo actividades como, por ejemplo, priorizar el tráfico.
No se trata de una opción aún muy extendida, pero no cabe duda de que se trata del futuro de las redes Wi-Fi, y del modo en el que hacemos uso de internet en nuestros espacios personales.