El sistema operativo de Huawei, «lejos de estar preparado»
Project Z es el plan B de Huawei si la prohibición de utilizar el sistema operativo de Google se vuelve permanente
Huawei tiene un plan. Tiene un plan, tiene determinación y además tiene recursos técnicos y económicos para desarrollar su propio sistema operativo y ecosistema basado en Android, pero sin contar con Google ni otras tecnologías estadounidenses.
Tras la prohibición del gobierno de EE UU a las compañías estadounidenses para suministrar tecnología a Huawei, el fabricante chino dice «estar preparado» para enfrentarse a un futuro sin el sistema operativo Android de Google, según declaraciones de Ren Zhengfei, fundador de Huawei.
Además de momento Huawei sí cuenta con sus proveedores europeos, caso de los fabricantes de microprocesadores Infineon (alemana), AMS (austriaca), que han anunciado que a pesar del veto seguirían suministrando a Huawei, según Bloomberg.
Lo que sí supone un problema para Huawei es la decisión de la británica ARM (propietaria del diseño de los procesadores para smartphones) de «terminar todos los contratos y acuerdos con Huawei y sus subsidiarias», según BBC News, lo que dificultaría a Huawei el desarrollo de sus futuros procesadores Kirin y Kunpeng, para smartphones y servidores.
Project Z, en plan B de Huawei
Project Z es supuestamente el nombre interno del sistema operativo basado en Android que Huawei lleva años desarrollando.
Sin embargo y a pesar del «estamos preparados», el SO de Huawei está todavía «lejos de estar preparado», dicen en The Information.
Según The Information el desarrollo de Project Z está siendo «turbulento», y la publicación dibuja una hoja de ruta «menos optimista» en comparación con lo publicado por los medios chinos, que señalan que el SO de Huawei estará listo para este otoño.
En cualquier caso el sistema operativo (SO) es solo la base sobre la que hay que levantar todo un ecosistema que proporcione apps, servicios y funcionalidad para los usaurios.
«Una vez terminado el SO Huawei todavía tendrá que atraer a desarrolladores independientes para que creen apps,» dicen en 9to5google. «Esto puede ser relativamente fácil a nivel nacional, pero será un enorme reto a escala internacional.»
Gracias a su recién estrenado catálogo de móviles Huawei dispone todavía de algo de tiempo antes de verse forzado (si llega el caso) a hacer público su sistema operativo de reemplazo; mientras tanto, además, pueden cambiar muchas cosas en relación al actual veto del gobierno de EE UU.
Huawei, hacia su independencia tecnológica
En el fondo verse forzada a comercializar internacionalmente su propio sistema operativo Android, sin Google, puede ser bueno para Huawei. No mañana ni pasado, pero sí a largo plazo. Porque además de la importancia del software libre el caso de Huawei ejemplifica la necesidad de ser tecnológicamente independiente, de tener el control sobre el hardware (el móvil) y el software (el sistema operativo) que sustentan el negocio.
Es verdad que este es un arma de doble filo: puede funcionar, como ha logrado Apple con el combo iPhone y iOS; o puede fracasar estrepitosamente, como le sucedió a Blackberry. Pero Huawei es más Apple que Blackberry.
La guerra comercial probablemente ha precipitado una decisión que Huawei debía ejecutar antes o después, y todo apunta a que Huawei seguirá adelante con su propio sistema operativo en cualquier caso y al margen de los caprichos de la política.