Trump hace realidad los temores de Huawei
La inclusión de Huawei en la "lista negra" de Trump amenaza su posición en el mercado de smartphones, lo que puede beneficiar a Samsung y perjudicar a Apple
El año pasado el fabricante chino ZTE vivió en sus propias carnes las consecuencias de entrar en la «lista negra comercial» de Donald Trump: ZTE tuvo que pagar una multa de más de 1.000 millones de euros, y depositar otros 400 millones de euros a modo de fianza, para salir de esa lista y recuperar el ‘privilegio’ de hacer negocios con compañías norteamericanas siempre bajo la atenta vigilancia del Departamento de Comercio de EE UU.
Ahora le toca a Huawei. El fabricante de móviles, propietario también de la marca Honor, ya no tiene acceso a tecnología norteamericana; sean servicios de Google, procesadores de Intel, discos o memoria de Western Digital, o microprocesadores de Qualcomm.
En teoría Huawei tampoco tiene acceso al sistema operativo Windows de Microsoft para sus portátiles y ordenadores; la de Redmond todavía no se ha pronunciado, pero es más que probable que Microsoft acate también la orden ejecutiva de Donald Trump.
Huawei puede ceder o ‘independizarse’ de la tecnología de EE UU
Como sucedió con ZTE, todavía Huawei puede encontrar la manera de satisfacer las demandas del Gobierno de los EE UU, salir de la lista negra y volver a hacer negocios con sus proveedores de EE UU.
Pero todo apunta, a la vista del comunicado de Huawei, que la compañía china va a aprovechar su capacidad económica y tecnológica (y años de preparativos) para ‘independizarse’ y mantenerse a flote sin depender de compañías estadounidenses.
De hecho hace apenas una semana Richard Yu, CEO de Huawei, decía en una entrevista para el diario alemán Die Welt, recogida por The Verge, que «aunque preferíamos trabajar con los ecosistemas de Google y Microsoft (…) tenemos preparado un sistema operativo propio a modo de plan B por si resulta que ya no podemos usar esos sistemas».
Samsung puede recuperar terreno
En cualquier caso es un varapalo para Huawei, y llega en un momento en el que el fabricante chino escalaba a pasos agigantados en la lista de los principales fabricantes de móviles a escala global después de superar a Apple y colocarse segundo justo por detrás de Samsung.
Si hasta hace poco los analistas especulaban con que Huawei podía robarle el trono a Samsung a lo largo del año que viene o del siguiente, esta situación puede aliviar la presión que Huawei venía ejerciendo sobre Samsung.
A la espera de conocer los próximos movimientos de Huawei la surcoreana Samsung tiene una buena oportunidad para recuperar algo de terreno aprovechando sus nuevos modelos de gama media y la llegada del sucesor del Galaxy Note 9, uno de los móviles más carismáticos y esperados de Samsung.
El boicot chino a Apple
Apple en cambio tiene pocas posibilidades de beneficiarse de algún modo de la situación de Huawei. Incluso sin contar posibles contramedidas por parte del gobierno chino, las tensiones comerciales entre EE UU y China han llevado a los consumidores chinos a ejecutar un boicot informal a Apple que puede intensificarse ahora tras el veto total de EE UU a Huawei.
Según Tim Cook, CEO de Apple, ese supuesto boicot chino a Apple «es algo anecdótico». Pero, además de que es probable que lo ‘anecdótico’ en un país con 1.400 millones de habitantes suceda a otra escala, lo cierto es que hay estudios que apuntan a que en China el iPhone está perdiendo su consideración de producto ‘aspiracional’.
También las cifras evidencian el mal rendimiento del iPhone especialmente en China, al mismo tiempo que Huawei y otras marcas locales como Xiaomi crecen de forma considerable en su país de origen.
Y en EE UU ya hay usuarios que amenazan con «quemar su iPhone» si Apple no lleva a casa la producción de sus dispositivos móviles y ordenadores Mac, lo que puede sonar a pataleta. Pero en un mercado tan competitivo y ahora también tan politizado como el de los smartphones ya nada es solo una pataleta, ni nada es solo algo anecdótico.