El plan de Elon Musk para ofrecer internet desde el espacio

Un vistazo en vídeo a cómo funcionará la red compuesta por miles de pequeños satélites Starlink propuesta por Space X

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La iniciativa Starlink de la compañía aeroespacial Space X, capitaneada por Elon Musk, aspira a ofrecer conexión global a internet a través de una constelación de satélites que —de desarrollarse tal cual está previsto ahora— estará formada por hasta 12.000 pequeños satélites.

Tras los primeros ensayos y pruebas con satélites prototipo (llamados Tintin A y B, que fueron lanzados el pasado mes de febrero), el plan de Starlink es comenzar a operar a mediados de 2020, ofreciendo conectividad a internet de alta velocidad, o banda ancha, incluso en regiones que actualmente carecen de acceso a internet, y en general «ofrecer acceso de banda ancha asequible» también en zonas urbanas.

Space X ya cuenta con las licencias de la FCC para lanzar en una primera fase 4.425 de estos pequeños satélites. La forma en la que funcionará la red Starlink se muestra en este vídeo realizado por Mark Handley, profesor en el University College de Londres.

Conexión global y a la «velocidad de la luz»

Según Handley, en declaraciones recogidas por Inverse, la constelación Starlink «permitiría que la transmisión de datos entre Londres y Singapur se realice en aproximadamente la mitad del tiempo del que se consigue ahora con la infraestructura actual de fibra óptica, en parte porque la fibra existente no sigue el camino más directo entre ambas ciudades debido a cuestiones geopolíticas en Oriente Medio.»

La conexión entre unos y otros satélites se realiza mediante haces de rayos láser, lo que también contribuye a incrementar la velocidad de transferencia de datos en comparación las conexiones de fibra óptica ya que «la velocidad de la luz en el vacío es aproximadamente un 50 por ciento mayor que en el vidrio» con el que se fabrican las conexiones de fibra, dice el profesor Handley.

Cambios en el plan inicial

Desde el plan inicial de Space X el proyecto ha sufrido algunos cambios, incluyendo la altitud de los satélites que originalmente se estableció en 1160 kilómetros y que en la nueva especificación se reduce hasta los 550 kilómetros debido, sobre todo, al problema de la saturación de artefactos en el espacio y a la basura espacial.

Este cambio en la altitud de los satélites reducirá las probabilidades de colisiones entre estos y otros satélites o restos de chatarra o basura especial que orbita alrededor de la Tierra, y también facilitan su desecho una vez que dejan de estar operativos: a 1160 kilómetros los satélites de Starlink podrían estar dando vueltas alrededor del globo durante cientos de años después de dejar de funciona. La nueva altura reduce este plazo a unos cinco años,» dicen en Inverse.

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