El gran enigma de Huawei: ¿quién es su propietario?
Huawei intenta sacudirse de las acusaciones de que es propiedad del Gobierno chino, pero su explicación arroja más preguntas que respuestas
Una investigación reciente, firmada por dos expertos en derecho de universidades de Vietnam y EE UU, llegó a la conclusión de que la explicación de Huawei sobre quién es su verdadero dueño es cuando menos engañosa. Dependiendo de algunos asuntos que se mantienen en secreto, «Huawei podría efectivamente ser propiedad del Gobierno chino», dice el informe.
Ante las acusaciones en su contra –por parte del Gobierno estadounidense y más recientemente por oficiales de la CIA citados en un rotativo británico–, Huawei ha insistido en que que es una empresa privada que no ha sido, de ninguna manera, financiada por el Estado chino. Para defenderse, ha dicho que en realidad sus dueños son los empleados, que tienen participación mientras trabajan allí.
Pese a que Huawei ha intentado presentarse como una tecnológica abierta, transparente y confiable, hay ciertas preguntas sencillas acerca de la empresa que no tienen respuestas sencillas, informa The New York Times. El secretario de la junta directiva de la compañía, Jiang Xisheng, intentó explicar el enigma de su posesión esta semana para sacudirse de las acusaciones más recientes.
No fue fácil.
«La propiedad de Huawei es un asunto turbio»
Los periodistas internacionales aterrizaron en Shenzhen, una ciudad sureña china en la que se encuentra la sede de Huawei, pensando que la respuesta a su principal duda terminaría por aclararse durante su encuentro con Jiang. Lo que encontraron fue un gran libro azul, dentro de una caja de cristal y protegida por candado.
El documento mostraba los nombres de todos los empleados de Huawei que tienen «acciones fantasma restringidas» en la tecnológica. Fue la prueba más contundente que la empresa pudo mostrar para ratificarse en su argumento de siempre: que el Gobierno chino no mete mano en sus operaciones, como aseguran EE UU y algunos de sus aliados.
Jiang aseguró que Huawei es propiedad de un sindicato de trabajadores que tiene casi el 99% de participación. El consejero delegado, Ren Zhengfei, tiene poco más del 1% de las acciones. «La propiedad de Huawei es un asunto turbio porque la compañía nunca, en más de tres décadas de existencia, ha vendido acciones al público», dice el diario neoyorquino.
Por primera vez en su historia, y precisamente para contrarrestar las acusaciones de opacidad y secretismo, Huawei recientemente informó de sus resultados financieros. Pero, al no participar en un intercambio bursátil público, es muy difícil probar cualquier información de este tipo, por más esfuerzo de Huawei para ratificarse como inocente.
El sindicato es dueño de Huawei por conveniencia legal, dado que la ley china dice que solo cierto tipo de entidades –como sindicatos– pueden registrarse como propietarios de una empresa privada. Pero el sindicato no tiene mayor influencia en las decisiones operativas y financieras de Huawei.
Los accionistas –es decir, los trabajadores– pueden votar con sus títulos para elegir los miembros de la comisión de representantes de Huawei, que a su vez eligen a los miembros de la junta directiva. Pese a las críticas de que las acciones de los empleados son meramente un programa de incentivos, Jiang asegura que funcionan como cualquier título financiero.
Y eso es todo lo que pudo explicar. «Muchas de las acusaciones del Gobierno de EE UU no son verdaderas. Ciertamente no hay capital estatal en Huawei», afirmó Jiang en declaraciones recogidas por el South China Morning Post. «Pero con alguna gente, no importa lo que digas, ellos solo dirán lo que quieren decir. No te escucharán», agregó, según New York Times.