El FBI alerta de los riesgos de las smart TV (y recomienda protegerse)
La agencia de investigación difunde consejos y recomendaciones para protegerse del riesgo que suponen las smart TV para la privacidad de los usuarios
El FBI ha puesto sus miras en las smart TV. El departamento de Oregon de la principal agencia de investigación criminal estadounidense alertó la semana pasada de los riesgos que suponen los televisores inteligentes para la privacidad de los consumidores, emitiendo asimismo algunas recomendaciones para que los ciudadanos puedan construir una mejor defensa digital allá donde haya un dispositivo.
En primer lugar el FBI pide a los consumidores que conozcan las características de sus televisores. Y también cómo controlarlas. Para ello, propone que se ha realice una búsqueda en internet con el número de modelo, añadiendo las palabras «micrófono», «cámara» y «privacidad» para que los consumidores sepan cómo se puede configurar una mayor privacidad.
Es precisamente aquí donde radica el segundo consejo de la oficina federal de investigación: cambiar las características predeterminadas de serie por los fabricantes. «Cambie las contraseñas si puede, y sepa cómo apagar los micrófonos, cámaras y la recopilación de información personal. Si no puede, considere si está dispuesto a correr el riesgo de comprar ese modelo», advierte el departamento de seguridad estadounidense
El FBI propone también verificar las actualizaciones de los parches de seguridad que los fabricantes incorporan en los dispositivos. Las smart tvs, que cuentan con conexión a internet, acumulan los datos de sus usuarios y los envían a los fabricantes. Esa es posiblemente la razón de que sean tan baratas, tal y como reconoció Bill Baxter, director de tecnología de Vizio, una compañía dedicada a la fabricación de estos productos.
«Es una industria despiadada, la mayor estrategia es que realmente no necesito ganar dinero con la televisión, necesito cubrir mis gastos. […] No se trata solo de la recopilación de datos, se trata de la monetización de la televisión después de la compra», explicó Baxter en el podcast The Verge.
Otro de los consejos del FBI trata de dificultar este tipo de prácticas. La policía federal estadounidense recomienda que, de no poder apagar la cámara que incorporan la mayoría de los televisores, se debería cubrir con un trozo de cinta negra sobre la lente de la cámara, al igual que ya hacen millones de usuarios en todo el mundo con las de sus ordenadores portátiles.
Netflix y Google, entre las compañías receptoras
La última de las recomendaciones que propone el FBI pide a los consumidores que consulten la política de privacidad del fabricante, los servicios de transmisión que utiliza y cuál es el destino de los datos recopilados. En este sentido, un estudio conjunto entre la universidad Northeastern y el Imperial College de Londres certificó que Google y Netflix son algunas de las compañías más reseñables que actúan como receptoras de la información personal de los usuarios.
Los investigadores concluyeron que se identifican «casos notables de exposición de información», que posteriormente se nevía a servidores de multinacionales como Amazon, Google, Microsoft ya que proporcionan el servicio de hosting. En otras palabras, los datos de los usuarios son una suerte de ‘impuesto’ que cobran las grandes empresas ya no solo a los usuarios, sino también a los propios fabricantes de productos tecnológicos.
Un portavoz de Netflix reconoció en el Financial Times el envío de información de los televisores, aunque concretó que «se limita a datos acerca de cómo funciona Netflix».