Cómo proteger a los menores de los depredadores sexuales en internet
Según datos oficiales, el 95,1% de los menores de edad usa internet y siete de cada diez niños entre 10 y 15 años tiene un teléfono móvil
A finales de noviembre, la Fundación Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo (ANAR) publicó la Carta de los Derechos Digitales de niños, niñas y adolescentes, un documento diseñado para proteger la privacidad de los menores de edad. Solo en el último año, los delitos cibernéticos contra este segmento de edad se incrementaron en más de un 24%.
«Aunque disponemos de leyes que tratan de trasladar los derechos al nuevo entorno tecnológico, consideramos necesario promover un catálogo de principios y derechos que recoja, de forma explícita, las garantías que deben ampararlos en su relación con las tecnologías», señala el documento.
En este sentido, menores de edad tienen un mayor acceso a las nuevas tecnologías: el 95,1% usa internet y siete de cada diez niños de entre 10 y 15 años tiene un teléfono móvil, según datos del Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información. Estas cifras requieren un mayor control por parte de los padres o tutores.
En un artículo publicado en The New York Times, los investigadores Sharon Cooper, de la Universidad de Carolina del Norte (Estados Unidos), y Michael Salter, de la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia) proponen una serie de recomendaciones para los padres:
- Establecer reglas sobre cuándo y cómo los menores pueden interactuar en internet. «Controlar el tiempo de la navegación, el contenido y el papel que juegan los padres».
- Pasar tiempo con los menores jugando a juegos o descubriendo apps. «Una experiencia compartida lo ayuda a identificar riesgos».
- Hablar sobre seguridad y escucha online. «Una lluvia de ideas sobre el tipo de situaciones en las que se sienten inseguros y estrategias para mantenerse a salvo».
- Animar a los menores a plantear sus inquietudes con adultos de confianza. «El error más común es no escucharse a sí mismos cuando se sienten incómodos».
- Estar atento a las señales de advertencia. «Como, por ejemplo, pasar demasiado tiempo conectado a internet o reacciones de enfado cuando los padres piden que se acabe».
- Educar a los menores para bloquear usuarios que los incomoden. «Que descubran cómo informar y bloquear a los usuarios que los hagan sentir inseguros».
- No culpar al menor si surgen situaciones de abuso. «El error más común que cometen los padres es la vergüenza, no poder crear un espacio en su relación con sus hijos».
- Hacerse cargo de la protección digital de los menores. «Deberíamos empoderar a los niños y mostrarles cómo informar a las autoridades».
Estos consejos casan con los aspectos que pretende proteger ANAR. A modo de decálogo, la fundación pide proteger aspectos como el derecho al honor, intimidad e imagen de los menores; garantizar que puedan borrar su historial digital; brindar una información «veraz y responsable» o reforzar las líneas de ayuda «para que cualquier niño/a en riesgo conozca que existe este recurso y acceda al mismo siempre que lo necesite».
Las redes sociales, en el foco
A principios de marzo, la Comisión Federal de Comercio (FTC) de Estados Unidos multó con algo más de cinco millones de euros a la red social china Tik Tok por recopilar ilegalmente datos de menores de 13 años sin el consentimiento de sus padres. Se trata de una cuantía histórica que refleja la declaración de intención de las autoridades norteamericanas.
Además, el mismo organismo inició una investigación contra Facebook después de recibir una queja que denuncia a la compañía de Mark Zuckerberg por violar, presuntamente, la privacidad de los menores y alentarles a realizar compras en las apps de la plataforma. «Facebook se aprovechó de los niños desprevenidos utilizando un lenguaje de casino para refererise al alto volumen de compras», reza la queja.