Así puedes protegerte del carding, la estafa que hace uso de tu tarjeta de pago
El carding es una moderna ciberestafa en la que acceden a los datos de tu tarjeta de crédito para vaciarla por distintos medios
Desde hace ya muchos años, las compras online se han convertido en el método favorito de millones de personas, que encuentran en comprar por internet una práctica mucho más sencilla, eficiente y satisfactoria que el método de compra presencial y tradicional. De hecho, a día de hoy, es casi imposible toparnos con alguien que nunca haya comprado algo por internet.
Desde ropa hasta teléfonos, pasando incluso por la compra semanal en el supermercado. Lo cierto es que la compra online ofrece una alternativa mucho más cómoda para el cliente, que tiene acceso a casi cualquier producto del mundo sin necesidad de moverse del sofá de su casa. Sin embargo, como ocurre con casi todo en internet, esta práctica también tiene su contrapunto. Y por ello hoy hablaremos del carding.
El carding, el fraude que puede poner en riesgo tu cuenta bancaria
Uno de los aspectos que apuesta por la sencillez, pero al mismo tiempo incrementa el peligro, es el hecho de que solo se necesite el número de tarjeta y el código de tres cifras de la parte posterior. No hace falta el pin secreto para hacer una compra por internet. Por eso, si alguien pierde la tarjeta por la calle, lo primero que debe hacer es anularla para evitar que alguien la utilice.
Pero, ¿y si os dijéramos que también pueden hacer uso de vuestra tarjeta de crédito sin que la perdáis? Precisamente en esto consiste el carding, que hace referencia a una estafa con las tarjetas de crédito, a través de la cual los ciberdelincuentes obtienen información de tarjetas de pago por distintas vías para hacer uso de las mismas de manera no autorizada.
Y es que más allá de encontrar una tarjeta anónima por la calle, estos estafadores han encontrado muchas otras vías para obtener estos códigos secretos. Un simple hackeo basta para acceder a los datos bancarios de cualquier usuario que esté registrado en la aplicación del banco en su móvil. Otros, sin embargo, apuestan por la instalación de skimmers en cajeros automáticos, cuya función se basa en recoger los datos de las tarjetas que se introduzcan.
Las vías para evitar ser víctima del Carding
Sin embargo, el más clásico, es hacer uso de otras vertientes como el phising o el vishing para que los usuarios, creyendo que se trata de una entidad verídica, como puede ser su banco, revelen los datos de su tarjeta de pago. Y una vez que obtienen eso, las vías por las que pueden hacer daño son interminables: pueden hacer comprar online, retirar dinero efectivo o transferirlo a otras cuentas, o incluso vender esa información a otros ciberdelincuentes.
Muchas de estas actividades son prácticamente indetectables para los usuarios, por lo que va mucho más allá de no compartir información confidencial. Para evitar ser víctima de una de estas estafas, es altamente recomendable revisar los extractos bancarios de forma asidua en busca de movimientos anormales que nosotros mismos no hayamos realizado.
Si detectamos que ha sido así, que se han llevado a cabo operaciones no autorizadas por nosotros a nivel usuario, es fundamental avisar al banco responsable con la menor tardanza posible, en busca de minimizar los daños. Por otro lado, otra de las vías puede ser hacer uso de las cada vez más comunes tarjetas con chip que emplean mecanismos de seguridad, como es la autentificación en dos pasos, que envía un mensaje al dispositivo personal del usuario antes de realizar cualquier operación.