Aston Martin convierte sus clásicos en coches eléctricos
El fabricante de coches de lujo aprovecha el diseño de su primer vehículo eléctrico para cambiar el motor de sus modelos clásicos
Los fabricantes de coches clásicos buscan el balance entre nostalgia y progreso. Firmas como Volkswagen, Porsche y Jaguar, entre otras, trabajan ya en diseños de sus coches clásicos para adaptados al futuro de los vehículos eléctricos, y esta semana se unió una más a la lista: Aston Martin, que convertirá algunos de sus modelos de colección en clásicos eléctricos.
La empresa británica de automóviles de lujo activará a finales de 2019 su programa «Heritage EV«, que se traduce a algo así como «vehículo eléctrico de patrimonio». Los dueños de coches clásicos de la marca pueden transformarlos en eléctricos para evitar ser vetados de transportarse por las ciudades, que cada vez más dan la espalda a la gasolina y el diésel.
Las ciudades, especialmente las europeas, están prohibiendo el tráfico de coches de combustible en aras de mejorar la calidad del aire para los residentes y conseguir los objetivos ambientales que se fijan. «¿De qué sirve un coche clásico si no se puede llevar a ninguna parte?», se pregunta el medio especializado en tecnología The Verge.
Sirve para poco más que nada.
El programa de ‘clásicos eléctricos’ de Aston Martin
El anuncio del programa «Heritage EV» no es coincidencia. En los últimos meses, Aston Martin avanzó los detalles del Rapide E, su primer coche eléctrico. El vehículo se producirá en 2019 y tendrá una silueta muy parecida al Rapide AMR, además de dos motores traseros que funcionan con una batería del 800 V con capacidad de 65 kWh, para una autonomía de 320 kilómetros.
La tecnología que utilizará el fabricante para convertir clásicos en eléctricos se basará en los componentes clave del proceso de producción del Rapide E. Pero además de asegurarse la electrificación de los vehículos, la empresa debe velar por dejar el diseño intacto no solo de los exteriores, sino de los componentes y el motor.
El primer clásico que transformará en eléctrico es el DB6 MkII Volante de 1970, originalmente fabricado a mano y con un estrecho espacio donde solía reposar el motor original y donde ahora se colocará el «casete» eléctrico inspirado en el del Rapide E. Todo esto con el cuidado necesario para revertirlo a motor de combustible si el cliente así lo desea.
«Dada la importancia histórica de estos autos coleccionables, es vital que cualquier conversión de EV simpatice con la integridad del automóvil original», explicó la empresa en un comunicado difundido esta semana.
«El sistema de casete es la solución perfecta, pues ofrece a los propietarios la tranquilidad de saber que su automóvil está preparado para el futuro y es socialmente responsable, pero aún así es un auténtico Aston Martin con la capacidad de restablecer su motor original si lo desea», agregó.