Los fabricantes de coches eléctricos facultan el espionaje chino
Varios centros de datos chinos reciben y compilan datos de los coches eléctricos en el país como la ubicación, el modelo y la carga de batería
Al gobierno chino no le basta con el sistema de créditos sociales con el que califica a sus ciudadanos, ni con la identificación biométrica para acceder al metro, ni con espiar el móvil personal de Donald Trump. La actividad de vigilancia del Ejecutivo de Xi Jinping no parece tener límites, pues los coches eléctricos del país también son objeto de observación, según un nuevo informe.
China obliga a los fabricantes de coches a enviar a centros de datos información como la ubicación de los conductores, el modelo de los coches, el kilometraje y la carga de batería. Una investigación de The Associated Press reveló que más de 200 firmas de coches eléctricos, tanto locales como extranjeras, envían los datos a los centros de control del gobierno.
Una de esas facilidades se llama el «Centro Público de Recopilación de Datos, Seguimiento e Investigación de Vehículos Eléctricos de Shanghai». Otra lleva por nombra «Alianza Nacional de Big Data de Vehículos de Nuevas Energías». Se desconoce cuántos oficiales tienen acceso a la información de los conductores de coches eléctricos en China.
Tesla, VW y Nissan comparten datos con el Gobierno chino
El informe incluye grandes nombres del sector, como Tesla, Nissan, Ford, Mitsubishi, Volkswagen, General Motors y BMW. Estas son algunas de las compañías que cooperan con el Gobierno chino en sus labores de vigilancia de coches. La matriz de Mercedes-Benz explicó a The Verge que comparte los datos porque es obligatorio, y aseguró que los conductores son informados al respecto.
Por su parte, los oficiales chinos defendieron que tienen acceso a y compilan estos datos por motivos de «seguridad pública» y para «facilitar el desarrollo industrial y la planificación de infraestructuras». También alegan que la información ayuda a prevenir fraudes, dado que se ofrecen subsidios a los consumidores que compren coches eléctricos.
De hecho, desde hace varios años el Gobierno chino presiona a los ciudadanos a hacerse con coches eléctricos en el marco de sus programas de impulso de nuevas energías. China es el mayor mercado de vehículos eléctricos a nivel mundial, y en virtud de la llegada de más fabricantes extranjeros el informe levanta dudas sobre las facultades que tendrán que ceder al Gobierno para iniciar operaciones.
No hay garantías de que los datos que recibe el Gobierno chino sean anónimos, y aunque las hubiera este recién relevado sistema de vigilancia forma parte de un aparato mayor que está armando a China de tecnología al servicio de la vigilancia.