Algunos desafíos del sistema de trazabilidad de Apple y Google
La herramienta que preparan Apple y Google se enfrenta a dificultades como la adopción o limitaciones del Bluetooth que pueden resultar en falsas alarmas
El viernes pasado Apple y Google anunciaron en un comunicado conjunto su intención de implementar en los sistemas operativos de los móviles iPhone(Apple) y Android (Google) el desarrollo de un sistema de trazabilidad digitalpara alertar a los usuarios que hayan podido tener contacto o cercanía con personas afectadas por el coronavirus.
El sistema propuesta por ambas compañía sería, al menos inicialmente, en forma de API a nivel de sistema operativo, que estaría disponible en mayo.
Ninguna de las dos compañías desarrollarán inicialmente una app concreta —aunque podrían hacerlo más adelante, una vez disponible la API— sino que facilitarán que terceras partes (como gobiernos y autoridades sanitarias) desarrollen sus propias apps que hagan uso de este desarrollo.
Una de las cuestiones tiene que ver precisamente con que, en tanto siga siendo necesario descargar una app concreta y utilizarla voluntariamente «el problema de base se mantiene», dicen en The Verge, porque depende de que los usuarios conozcan la existencia de la app, la descarguen y además la utilicen.
Limitaciones al utilizar la conectividad Bluetooth
Otras dudas en torno a la propuesta de Apple y Google tiene que ver con la utilidad de la conectividad Bluetooth. O más bien con sus limitaciones.
La solución para la trazabilidad digital —para saber cuándo alguien ha estado en contacto con una persona infectada, y por tanto debe aguardar cuarenta o hacerse la prueba del Covid-19— utiliza la conectividad Bluetooth de los móviles para comprobar cada cinco minutos qué otros móviles están cerca, y guardar registro durante 14 días.
Sin embargo «estar cerca» no implica necesariamente un contacto de proximidad y tiempo suficiente como para haya probabilidades de infección. De hecho, el sistema puede captar la señal Bluetooth de alguien que «está cerca» pero en otra vivienda o en un vehículo que circula por las cercanías —como un vagón de metro en sentido contrario— o de alguien pasa por la acera opuesta de la misma calle, a casi diez metros.
«Esto plantea dudas de que en muchos casos esa proximidad registrada por los móviles resulten en falsos positivos; es decir, casos en los que alguien estuvo relativamente cerca de una persona que después notificó estar infectado, pero en realidad nunca estuvo lo suficientemente cerca como para que haya probabilidad de infección,» explican en The Verge.
También añade que Apple «esta investigando todo esto,» y señala que en última instancia serán las apps gubernamentales las que podrán ajustar estos parámetros para decidir cuándo se considera que ha habido probabilidad de infección y cuando no. Por ejemplo, «con un intervalo de cinco minutos sería menos probable un falso positivo de alguien que pasa corriendo al lado.»
Los falsos positivos serán difíciles de evitar (y los falsos negativos, también)
Sea como sea será muy difícil evitar tanto los falsos positivos como los falsos negativos sí, por ejemplo, esa persona que pasa corriendo y está cerca sólo unos pocos segundos —por lo que no queda registrada— estornudó en ese momento.
Lo expertos creen, sin embargo, que una desarrollo que se basa en la conectividad Bluetooth acabaría dándose «más falsos positivos que falsos negativos,» lo que dentro de su imperfección es preferible.
La trazabilidad digital es mucho más rápida que la convencional —que se basa en entrevistas y depende la memoria y sinceridad de la persona afectada— por lo que para algunos expertos utilizar los móviles para saber con exactitud quién ha estado en contacto con casos confirmados es clave para contener la propagación.
A estas alturas una herramienta de este tipo —incluso con sus falsos positivos— sería incluso necesario después, una vez se inicie la desescalada y se levante el confinamiento para atajar nuevos brotes, ya que tiene el potencial de reducir el número de personas obligadas a quedarse en casa en autocuarentena, en comparación con que tenga que quedarse en casa todo el mundo.