La app para trazar la propagación del coronavirus ya existe
Un grupo de desarrolladores españoles libera el código de una app que permite diagnosticar, monitorizar y trazar la propagación del coronavirus
Basada en las apps utilizadas por países como Coral de Sur o China, Open Coronavirus es una app no desarrollada pero cuyo código funcional está disponible para que sea «un ministerio u organismo gubernamental» quien la ponga en marcha, según sus autores.
La app Open Coronavirus es una «solución digital de monitorización, diagnóstico y contención de los contagios de SARS-CoV-2,» explican los autores del desarrollo, que permita «aplicar de manera controlada las medidas de cuarentena en los focos o puntos calientes, minimizando así la cuarentena general de la población, reduciendo la sobrecarga de los sistemas sanitarios y facilitando al mismo tiempo la reanudación progresiva de la actividad cotidiana en el menor tiempo posible.»
Esta descripción coincide en parte con la aplicación desarrollada por la Comunidad de Madrid, y también con los requisitos de la aplicación informática encargada por el gobierno a la Secretaría General de Administración Digital el pasado 28 de marzo para el autodiagnóstico, la localización del usuario y la obtención de información de los pasos a seguir dependiendo del resultado de la autoevaluación.
Open Coronavirus sin embargo va más allá y utiliza —igual que la app de Corea del Sur— códigos QR para identificar tanto los movimientos de los ciudadanos como su estado: infectado o no, o posible infección.
También proporciona a las autoridades información sobre la propagación de la pandemia, trazar los movimientos de quienes resultan infectados y permitir a las fuerzas de seguridad conocer in situ el estado de cada ciudadano.
Pero para que la app sea efectiva es necesario realizar tests a tantos ciudadanos como sea posible, especialmente aquellos que a través de la app indiquen presentar síntomas compatibles con la enfermedad Covid-19 o aquellos que cumplen con la cuarentena y con el aislamiento tras haber dado positivo.
Una app que permite o prohibe el movimiento de ciudadanos
De este modo, a través de la app, es posible distinguir entre quienes tienen síntomas, quienes no tienen síntomas y quienes, al margen de si presentan síntoma o no, tienen cierta probabilidad de contagio; por ejemplo, por haber estado en contacto con casos confirmados o en lugares (un edifico, un vagón de tren…) que en base a los datos obtenidos a través de la app se sabe son o han sido un foco de contagios.
Imagen: Open Coronavirus
De este modo la app funciona como un «certificado» del estado del ciudadano: si ha dado negativo en la prueba y puede salir de casa —para actividades esenciales como comprar alimentos—, si es un caso posible por contacto y debe cumplir la cuarentena o si es un positivo confirmado y por tanto tiene que mantenerse totalmente aislado. Si se desea, la geolocalización permite vigilar el cumplimiento tanto de la cuarentena como del aislamiento.
También con esta información y con el seguimiento de la localización y de los movimientos de los ciudadanos —en caso de un ciudadano que ha dado negativo y podía salir de casa pase después a ser un caso «posible» o «confirmado»— las autoridades podrán trazar cuáles fueron sus movimientos y contactos previos, que de este modo podrán ser alertados y que también pasarán al estado de «posibles», limitando sus movimientos, hasta que se les realice la prueba.
De este modo no sólo se limita la propagación del coronavirus por parte de quienes han resultado infectados (y está confirmado) sino que también se reduce la probabilidad de propagación por parte de quienes han podido resultar infectados (pero no está confirmado) y no lo saben porque no presentan síntomas o es pronto para que los presenten.
Consideraciones legales de la vigilancia a los ciudadanos
Los autores del proyecto Open Coronavirus admiten que el desarrollo final de la app —como app funcional— corresponde a las autoridades por las implicaciones legales, que deberán adecuarla a la regulación del tratamiento de datos personales y hacerse responsables de su uso y aplicación, y de la captación, uso y almacenamiento de los datos personales.
«El proyecto se ofrece a cualquier ministerio, administración estatal o autonómica competente para su puesta en marcha. Se harán cargo de la difusión de la app y del tratamiento de los datos que se obtengan, el uso de la app sería de acuerdo a la RGPD.»
Para que el uso de la app sea efectiva, los desarrolladores creen que debería ser de uso «obligatorio». Incluso aunque su uso fuera voluntario, deberá establecerse que se trata de una medida justificada con el fin de contener la propagación del coronavirus poniendo en riesgo los derechos digitales.
Esto es precisamente lo que argumentan entre otros Marylouise McLaws, consejero de la OMS, y un grupo de expertos en investigación médica y bioética de la Universidad de Oxford, quienes abogan por una aplicación móvil que acelere el rastreo de las personas infectadas y que proporcione a las autoridades información sobre su propagación.