VW, BMW y Mercedes exploran una alianza para el coche autónomo
Los fabricantes alemanes están en conversaciones para cooperar y compartir los costes de la tecnología de los coches autónomos
Mientras Waymo −la división de coches autónomos de la matriz de Google, Alphabet− ya lleva dos años de experiencia en las calles con su flota de vehículos sin conductor, su servicio de taxi autónomo en Arizona y la primera fábrica de este tipo de coches en el mundo, los demás fabricantes se reconocen superados. Hasta ahora.
Tan superados que las firmas germánicas BMW, Volkswagen y Daimler (la matriz de Mercedes-Benz) están explorando una alianza para cooperar en los avances básicos necesarios para desplegar la tecnología de la autonomía vehicular. Los rivales históricos BMW y Daimler ya confirmaron en público que están abiertos a esta posibilidad.
A sabiendas de que la tecnología de los coches autónomos supone una inversión multimillonaria, los fabricantes pretenden compartir los elevados costes de desarrollo y producción en una asociación sin precedentes en la industria, en la que también se incluirían proveedores como Bosch y Continental, informó el periódico económico alemán Handelsblatt.
Volkswagen, por su parte, está a favor de una plataforma abierta en la que se pueda invitar a otras empresas, pero no se decide aún sobre la posibilidad de una asociación. Una plataforma «no exclusiva» se perfila como una alternativa a la alianza, una labor por la que también está BMW, según confirmó un portavoz de la compañía.
Una alianza VW-BMW-Mercedes para la estandarización
En el sector del coche autónomo, sobran los motivos para cooperar. Estos vehículos necesitan sensores precisos, por ejemplo, y bien harían las firmas en desarrollarlos mediante alianzas. Además, las regulaciones en distintas partes del mundo exigen una sólida estandarización. Y, en asuntos económicos, deben encontrar la forma de vencer a Waymo.
El estándar más urgente de la autonomía vehicular tiene que ver con la seguridad y la comunicación; todos los coches autónomos deberán seguir las mismas reglas y entre todos estos vehículos tiene que haber una suerte de lenguaje universal para que puedan compartir espacio en las carreteras. Esto será más fácil en el marco de la cooperación.
BMW, Volkswagen y Daimler tienen otro obstáculo: las tres empresas son investigadas en la Unión Europea por sospechas de cártel, por lo que los reguladores de la competencia sin duda expresarán dudas respecto a una alianza para el coche autónomo. Aunque definir estándares de autonomía vehicular quizá no será complicado.