Tesla actualiza el piloto automático (y lo empeora)
Un informe sobre la nueva función de navegación con el piloto automático de Tesla concluye que la herramienta es más incompetente que un conductor humano
En octubre de 2018, Tesla publicó una actualización del Autopilot (el nombre de su función de piloto automático) con la que estrenó la herramienta Navegar, considerada un paso más cerca de la esperada conducción autónoma. Con la actualización, se podía activar el piloto automático en las autopistas, mantener el coche en el centro del carril y adelantar a otros.
Una de las limitaciones de esa primera versión de Navigate on Autopilot era que el coche necesitaba la confirmación del usuario antes de hacer un cambio de carril, algo que quedó en el pasado en abril, cuando una nueva actualización del software abrió la posibilidad a cambios automáticos de carril en algunas carreteras, previa autorización del conductor.
Esta función, hasta ahora, solo ha estado disponible para clientes en Estados Unidos que hayan comprado Enhanced Autopilot o Full Self-Driving Capability, paquetes de conducción semi automática que Tesla ofrece a dueños de sus coches. Un nuevo informe avisa de los lunares de esta herramienta y advierte de que utilizarla puede resultar muy peligroso.
Consumer Reports –que, huelga decirlo, ha tenido una relación convulsa con Tesla, pasando de ensalzar el Model 3 a criticar duramente al fabricante– puso el sistema a prueba y aseguró, literalmente, que la función de cambio automático de carril es mucho menos competente que un conductor humano.
Todos los riesgos del piloto automático de Tesla
El modo navegar en piloto automático de los coches Tesla funciona así: primero, desde luego, el usuario debe activarlo, no sin antes elegir un destino hacia el que desplazarse, con lo que el automóvil entiende que tiene permiso para moverse por la autopista como crea conveniente. Para desactivarlo hay que tocar la señal de giro, el freno o coger el volante.
No obstante, las pruebas de Consumer Reports iluminan algunos fallos preocupantes. Por ejemplo, la función permite a los Teslas adelantar otros coches pero no deja suficiente espacio y a veces hace los adelantamientos de maneras no permitidas por la ley. Por ello, el conductor se ve obligado a intervenir frecuentemente para evitar desastres.
Uno de los mayores problemas que encontraron los expertos que probaron el sistema es que, pese a lo que dice Tesla, sus coches tienen dificultad para reconocer otros coches que van cerca, aunque vayan a gran velocidad. El modo navegación solo se percata de los otros coches cuando ya están muy cerca, lo que eleva el riesgo de accidentes.
También afirman que, cuando debe interactuar con mucho tráfico y entrar en un atasco, el coche se detiene por unos segundos, para asegurarse de no colisionar con el del frente, lo que es molesto para el que está detrás. Otro problema que debería resolverse pronto es que suele hacer adelantamientos por la derecha, algo muy mal visto.
«Esta función debería ayudar al conductor, pero sucede todo lo contrario», dijo el director de pruebas de coches de Consumer Reports. «Es increíblemente miope. No parece reaccionar a las luces de freno ni a las señales de giro, no anticipa lo que harán los otros conductores y, como resultado, el conductor siempre tiene que estar un paso adelante», añadió.
A todo esto, el piloto automático –que está limitado en España y en el resto de la Unión Europea– ha protagonizado tres accidentes fatales en EE UU.