Los adolescentes aprecian las virtudes de las redes sociales
La mayoría de los adolescentes relacionan el uso de las redes sociales más con emociones positivas que con sentimientos negativos
En el balance de los jóvenes respecto a las redes sociales son más las virtudes que los defectos. A pesar del ambiente de pesimismo que se ha erguido sobre el impacto de portales como Facebook, Twitter, Instagram, Snapchat y Youtube, los adolescentes parecen tener una perspectiva diferente a la de los adultos sobre el significado de la comunicación digital.
El estudio más reciente de Pew Research Center sobre los hábitos y experiencias de los jóvenes estadounidenses de 13 a 17 años en las redes sociales pone el foco sobre los beneficios de este tipo de páginas y aplicaciones que los adultos y los críticos pasan por alto. Ante una muestra de nativos digitales con acceso universal a las redes, las conclusiones cambian.
La mayoría de los adolescentes reconocen sin problemas los desafíos únicos y también los beneficios de crecer en la era digital. Los jóvenes acreditan a las plataformas digitales de comunicación consecuencias positivas como el fortalecimiento de la amistad, la exposición a otros puntos de vista y la posibilidad de apoyar las causas que les interesan, informa Pew.
Los millennials no son «la generación selfie»
Sorprendentemente los adolescentes tienden a compartir más relatos sobre sus logros y su vida familiar que sobre sus problemas personales, mientras que más de la mitad aseguran que nunca o casi nunca difunden sus «selfies» en las redes. Dos puntos menos a quienes se refieren a los millennials y posmilenial como «la generación selfie».
El 81% de los adolescentes consultados dijeron que las redes sociales les hacen sentir más conectados con los acontecimientos de sus amigos, y unas dos terceras partes de la muestra afirman que estas plataformas impulsan un sentimiento de acompañamiento y apoyo durante épocas de crisis. A su juicio las redes son una inesperada fuente de humanidad.
La percepción optimista de la juventud sobre las redes es evidente al concluir los investigadores que una parte sustancial del grupo suele vincular su uso de estas herramientas a emociones positivas, más que negativas. Por ejemplo: el 71% afirmó sentirse incluido, mientras que el 25% acusó exclusión y el 69% dijo sentirse confiado más que inseguro (el 26%).
Lo malo de las redes sociales: el drama
Los resultados negativos del uso de las redes sociales entre jóvenes no son mayores que los positivos, pero alimentan algunas de las preocupantes advertencias que lanzan los expertos en el tema. El 40% se siente presionado a publicar contenido que les hace ver mejor frente a los demás, y el 37% comparte cosas pensando en que van a tener muchos likes.
Casi la mitad de la muestra lamenta sentirse abrumada por el ambiente hostil y el exceso de drama en estas plataformas. El 13% señala que se siente así en exceso. El 78% de las veces que dejan de seguir a alguien es porque esa persona protagonizó muchos episodios dramáticos en poco tiempo, y el 52% lo hace después de sufrir bullying cibernético.
Pero los jóvenes también creen que las redes sociales les ayudan a ser más cívicos y los exponen a una mayor diversidad de opiniones y personas, ya sea a través de los puntos de vista que se encuentran en la red o los perfiles con los que interactúan. Casi el 65% de los adolescentes afirman que las redes les ayudan a crecer social e ideológicamente.
En un año en el que la importancia de las plataformas digitales ha sido cuestionada un día sí y el otro también, es cuando menos paliativo reconocer que para quienes no pueden escapar de ellas representan también espacios importantes para la conexión e interacción con sus pares y con lo desconocido, al mismo tiempo que son conscientes de los riesgos que corren.
De hecho Eighth Grade, una de las películas más celebradas del año, explora asertivamente la existencia digital de los adolescentes y recoge la mayoría de las virtudes y defectos que expone la investigación de Pew. Para muchos críticos se trata de un filme imprescindible para entender a la juventud actual y su relación ineludible con internet.