¿Has tenido contacto con alguien infectado? Esta app cree saberlo
Investigadores del MIT desarrollan una app que registra de forma anónima los movimientos de los ciudadanos y avisa si te has cruzado con alguien infectado
La app Private Kit: Safe Paths tiene una doble utilidad: que los ciudadanos sepan si han tenido contacto con alguien infectado de Covid-19 —la enfermedad causada por el coronavirus SARS-CoV-2— y que las autoridades sanitarias puedan conocer los movimientos de personas afectadas y detectar potenciales focos de infección, como aéreas con una alta concentración de casos.
Esto es posible porque los móviles tiene la capacidad de guardar un registro de dónde ha estado y de cuáles han sido los movimientos del usuario. De este modo en caso de que uno de ellos dé positivo en la prueba del Covid-19 existirá un registro de cuáles han sido sus movimientos.
Pero además ese mismo registro puede cruzarse con el registro de otros usuarios (de la misma app) quienes recibirán una notificación en caso de que ambos usuarios haya coincidido en algún momento. Ese registro, además, puede enviarse a las autoridades sanitarias si es necesario.
Seguimiento digital para contener la epidemia
Este tipo de seguimiento es mucho más fiable y preciso que el seguimiento de movimientos basado en entrevistas o que depende de la memoria de las personas infectadas, una técnica básica cuando se trata de contener la propagación de una enfermedad infecciosa como el Covid-19.
«La contención es clave para detener rápidamente una epidemia, requiere una rápida identificación y confinamiento de los individuos infectados y de quienes han tenido un contacto cercano con él,» dicen los investigadores.
Muchos países han adoptado este tipo de tecnología como medida de prevención, o en un intento por controlar o prevenir la propagación de la infección o para localizar focos de concentración de casos.
También algunos países europeos ya utilizan estos datos de localización agregados y anonimizados con ese fin —España lo está preparando, según anunció ayer la ministra Calviño— en principio de forma anonimizada por cuestiones privacidad.
En otros países el registro del teléfono móvil se ha utilizando como mecanismo para vigilar y castigar a los ciudadanos que no cumplan el confinamiento. Como en el caso de Taiwán, desde donde un ciudadano explicaba recientemente que la policía llamó a la puerta de su domicilio pocos minutos después de que su móvil se quedara sin batería.
My phone, which is satellite-tracked by the Taiwan gov to enforce quarantine, ran out of battery at 7:30 AM. By 8:15, four different units called me. By 8:20, the police were knocking at my door.
— Milo Hsieh (@MiloHsieh) March 22, 2020
Seguimiento anónimo y descentralizado
En el caso de la app Private Kit la recopilación de datos se produce de forma anónima y descentralizada; la red que forman los usuarios de la app cruza los datos entre sí, sin pasar por ningún servidor central en internet: todos los usuarios de la app comparten sus movimiento con los demás, pero sin identificar quién es quién.
De modo que cuando un usuario de la red indica que está infectado sus movimientos recientes se cruzan con los de los demás, quienes recibirán una notificación en caso de haber coincidido en algún momento y lugar con él.
También el total de datos anónimos puede compartir con las autoridades para que puedan conocer los movimientos de «positivos» y detectar focos donde se concentran un mayor número de ellos. «Identificar los grandes focos del coronavirus parece haber demostrado su eficacia en algunos lugares como Corea del Sur,» dicen en MIT Technology Review, ya que permiten dirigir los recursos y las pruebas de infección a aquellos lugares en los que se sabe han estado personas infectadas.
Obtener datos precisos respetando la privacidad de los ciudadanos
Sin embargo un app de este tipo se enfrenta a muchos obstáculos para que tenga utilidad. Para empezar es sobre todo útil en las primera fases de la epidemia, cuando todavía hay margen para detectar y aislar a los individuos y focos de infección.
Además es necesario que haya un gran número de usuarios que utilicen la app. También necesita que se realicen una gran cantidad de pruebas del Covid-19 y que los usuarios indiquen el resultado en esa app.
También hay que tener en cuenta que no siempre la ubicación del móvil se registra de forma precisa. En algunos casos la ubicación registrada por el móvil puede variar tanto como 15 o 20 o más metros con respecto a la ubicación real, sobre todo en ciudades e interiores. Este aspecto cobra especial relevancia considerando que la «distancia de seguridad» para el Covid-19 es de entre uno y dos metros.
Por ese motivo es posible estar a un metro de un infectado y no estar expuesto —por ejemplo, si se está en una vivienda contigua— igual que es posible no coincidir en el mismo momento y sin embargo sí estar expuesto a una transmisión del virus por contacto de superficies y objetos.
Sin embargo, el modelo propuesto por los investigadores se basa en la necesidad de encontrar un equilibrio entre la captación de datos precisos que sean útiles y el respeto a la intimidad de los ciudadanos.
«La app Private Kit: Safe Paths cumple ambos requisitos —creen los investigadores— al aprovechar las ventajas del seguimiento para obtener datos precisos del movimiento de los ciudadanos mitigando los inconvenientes. Lo más importante es que elimina el riesgo de la vigilancia gubernamental.»