España es el país más ‘anti-iPhone’ de Europa
España es el gran país europeo donde Apple cuenta con una cuota de mercado más baja. El exitoso iPhone 7 tampoco ha revertido esta tendencia
Desde Cupertino, a pocos kilómetros de la peliculera bahía de San Francisco, se debe ver a España como un mercado tozudo y antipático. A buen seguro no es la principal preocupación de los directivos de Apple, pero posiblemente Tim Cook y compañía observan el mercado español con cierta sorpresa, dada la incapacidad de su empresa para darle un bocado de más enjundia al sector de los smartphones en nuestro país.
Después de un inicio de 2016 complicado, los últimos meses del pasado año trajeron buenas noticias para Apple, con récord trimestral de facturación incluido. El éxito del iPhone 7 impulsó los números de la compañía en Europa y también en España. Fuentes del mercado de la distribución no dudan en calificar de “excelente” el cierre del año para la compañía. Sin embargo, y a diferencia de lo que ocurre con otros países europeos, el iPhone no logró aumentar su peso en el conjunto del mercado español de terminales móviles.
Si atendemos a los datos facilitados por Kantar Worldpanel –extraídos de encuestas a usuarios–, Apple incluso se dejó más de un punto del pastel español entre enero de 2016 (11,4%) y enero de 2017 (10,2%), confirmando así una regla que se repite desde hace años: de cada diez teléfonos vendidos en España, sólo uno es marca Apple.
La diferencia con los vecinos europeos es elocuente: en Gran Bretaña el fabricante estadounidense se queda con más del 40% de nuevos terminales (el último año su cuota aumentó casi 5 puntos); en Francia con una de cada cuatro ventas (+ 5% en 2016); en Alemania con una de cada cinco (+ 2%); y en Italia, un mercado más comparable al español, con casi el 16% de la tarta (+ 1,4%).
En Francia, uno de cuatro nuevos móviles son Apple; en España, uno de cada diez
El fin de las subvenciones
Aunque los motivos para explicar este contraste son varios, las fuentes consultadas para este artículo coinciden en señalar la falta de madurez del mercado como un factor decisivo. Hasta 2012, las subvenciones (o prácticamente la entrega a coste cero) de terminales por parte de las operadoras de telefonía limitaron hasta cierto punto la entrada de nuevos actores. Al mismo tiempo también ayudaron al establecimiento de una marca como Samsung en lo más alto del podio.
El fin de estas subvenciones abrió la puerta a nuevas marcas. Si entonces existían en España en torno a 200 modelos, ahora esta cifra prácticamente se ha multiplicado por tres, apuntan fuentes del sector. En este nuevo escenario más liberalizado han entrado como cuchillo en la mantequilla los nuevos fabricantes, sobre todo chinos (por ejemplo Xiaomi u Oppo, entre otros, dos de los actores más recientes), con terminales de gama media o media-alta a precios más asequibles. Esta operación de desembarco también ha sido posible por los nuevos hábitos de compra, directamente a través de internet, que han permitido hacerse un hueco a fabricantes que carecen de puntos de venta físicos en suelo español.
La oferta del mercado español ha pasado en pocos años de 200 a 600 terminales
Huawei arrasa
Este incremento de la competencia ha frenado el crecimiento de Apple y, en cambio, ha permitido un caso de éxito como el de Huawei. La enseña china ha sido capaz en pocos años de entrar en la élite del mercado español hasta prácticamente disputarle el trono a Samsung con dispositivos masivamente vendidos como el HuaweiP9 o el Huawei Y5.
Relacionado con esta cuestión aparece otro factor clave para entender el impacto limitado de iPhone en España: el precio. De hecho, expertos como Bernardo Rodilla, responsable de ComTech de Kantar, señalan directamente al alto valor de los terminales y a su sistema operativo propio como principal factor limitante de su crecimiento. «El precio se traslada no sólo a la inversión en el terminal, sino también a todos los elementos que lo rodean», señala Rodilla.