El fondo de inversión gestionado por un robot hace dinero
Tras su primer año en bolsa el fondo de inversión gestionado por inteligencia artificial gana más de 200 millones de dólares
Hoy en día la mayoría de las transacciones de compraventa de acciones las realizan sistemas automatizados que se intercambian según un valor impuesto por empresas y profesionales de los mercados. Este intercambio se realiza a una velocidad imposible de batir por una persona, pero ¿qué pasa cuando eliminamos a los humanos de toda la ecuación?
EquBot anunció hace un año el primer fondo de inversión totalmente controlado por inteligencia artificial que opera de forma independiente. Este bot usa el poder de procesado del famoso superordenador Watson de IBM.
La idea de la inteligencia artificial es que un sistema informático pueda aprender de lo que pasa, pero más importante, evaluar otros movimientos y tomar una decisión tal y como lo haría una persona, no solo ejecutar acciones basada en una serie de parámetros predefinidos.
Hasta un millón de piezas de información procesadas cada día
El fondo de inversión creado por EquBot consigue que el sistema no solo aprenda de los movimientos de las empresas, también de entender información que le llega mediante titulares, comunicados de resultados, tendencias de consumo, desarrollo de la industria y noticias.
En total es capaz de procesar un millón de piezas de información al día para tomar una decisión a la hora de comprar o vender. Exactamente como un trader profesional haría, pero lo hace durante 24 horas al día los 365 días del año, eliminando el error humano y el sesgo del proceso.
Ahora, en su primer año de existencia, EquBot ha demostrado que un sistema automatizado y que aprende del mundo es viable hasa el punto de generar beneficios. Desde su lanzamiento el 18 de octubre de 2017 este bot ha generado 206 millones de dólares con un retorno del 14% desde su puesta en marcha, según datos públicos del mercado.
En un mundo donde cada vez ser teme más que los robots eliminen puestos de trabajo de baja cualificación, este tipo de sistemas de inteligencia artificial y de aprendizaje profundo demuestran que los trabajos de alta cualificación también pueden reemplazarse por algoritmos.