Ni la moda de los coches eléctricos frena al veterano híbrido
Las ventas de híbridos se duplican mientras las de eléctricos se estancan. Los expertos explican por qué
¿Qué está pasando en el mercado de coches eléctricos e híbridos? Son dos subsectores de la misma familia, pero el que está de moda es el eléctrico. Todas las marcas están lanzando sus modelos enchufables –con alguna excepción–, con Tesla como la marca de moda, sobre todo en la bolsa, mientras los híbridos llevan ya más de una década con cierta presencia en las calles y las carreteras. Pero al contrario de lo que cabría esperar, son estos últimos los que están disparando las ventas, mientras los eléctricos se estancan.
El primer trimestre terminó en España con una subida de las ventas de coches nuevos del 8%. Los eléctricos, un mercado emergente, duplicaron esta cifra, con 1.230 coches matriculados entre enero y marzo. Este crecimiento del 16,6% está muy lejos del de un año atrás, cuando las ventas, que partían de cifras de pocos cientos, casi se triplicaron.
El coche eléctrico pierde peso ante el híbrido: pasa de ser uno de cada seis a uno de cada diez
Puede parecer que el auge de los eléctricos, pese a haberse deshinchado, sigue siendo importante, si se compara con el de todo el sector de los automóviles. Pero si se compara con el de su primo hermano, el híbrido, los datos dejan claro que no es así. Las ventas de este tipo de coches, que combinan motor de combustión y eléctrico y cuyos consumos de carburantes son muy inferiores a los habituales gasolina o diésel, se han disparado.
Entre enero y marzo se matricularon en España 12.723 coches híbridos, el doble que en los mismos meses de 2016. Con estos crecimientos, los eléctricos pierden peso entre los coches de bajas emisiones: pasan de representar uno de cada seis a venderse, el trimestre pasado, uno por cada diez híbridos.
¿Por qué el coche híbrido gana la partida?
¿Cómo se explica esta pérdida de peso del coche eléctrico en pleno auge del sector? Los expertos consultados por Economía Digital ven varias causas, entre las que se encuentran aspectos culturales, económicos, de oferta y de infraestructuras. Lo que está claro es que España va un paso –o varios– por detrás de los países del centro y el norte de Europa.
“La sociedad cada vez se compromete más con el medio ambiente y toma más decisiones respetuosas con el planeta. Ahora, mucha gente, cuando va a comprarse un coche, se pregunta si gasolina, diésel, híbrido o eléctrico. Antes no, solo dudaba entre diésel o gasolina”, relata Vicenç Aguilera, presidente del Clúster de la Industria de la Automoción de Cataluña (CIAC). Pero dentro de este compromiso con el medio ambiente, el híbrido se está imponiendo.
El híbrido se impone: juegan a su favor cultura, oferta, falta de infraestructuras y el bolsillo
“Hay un aspecto cultural. Dar el salto de coche de combustión a eléctrico es un cambio muy importante y no todo el mundo está preparado para este cambio”, explica Francesc Garriga, presidente de EICAuto, organismo del colegio de ingenieros catalán que estudia el sector del automóvil. En cambio, el híbrido es un paso intermedio, con más oferta y mayor autonomía, por lo que muchos clientes pasan por él.
La oferta juega en contra de los eléctricos: “Todavía es pequeña y está lejos de las prestaciones de autonomía que la gente demanda. En cambio, el híbrido es más equilibrado: tranquilizas tu conciencia y tienes autonomía”, explica Aguilera. La todavía poca autonomía de los eléctricos –la mayoría de modelos del mercado no llegan a los 300 kilómetros– también genera una barrera de entrada económica.
Los modelos eléctricos suelen ser caros, y la mayoría de ellos son coches de poco tamaño. Por ello, y por la autonomía, “en muchas ocasiones, la familia que tiene un eléctrico, lo tiene como segundo coche, para ir por la ciudad, y tiene otro coche para vacaciones y fin de semana”, señala Garriga. Esto genera un problema económico, ya que no todas las familias se lo pueden permitir.
Cargar el coche: ¿en la calle o en casa durante la noche, como el móvil?
Tampoco todas las familias tienen garaje, para poder enchufar el coche, y este es otro escollo para la implantación del coche eléctrico. “Hay que cargar el coche en casa durante la noche, como cargamos el móvil”, cree Vicenç Aguilera. “Es un error quererlo cargar en la calle, porque aunque cada vez hay más puntos de carga, cuando vas con un eléctrico necesitas un punto de carga justo donde tú vas, y esto raramente pasa”, añade.
Francesc Garriga no está muy de acuerdo: “Tenemos mucha más infraestructura de la que nos pensamos. Por ejemplo en Barcelona hay más de cien puntos de carga, y casi siempre están vacíos”. El problema, para el presidente de EICAuto, es “que no tenemos información, no se hace suficiente divulgación”. Garriga pide que cuando se renueve el Plan Movea de ayuda a la venta de coches ecológicos se intensifique la información. Mientras tanto, la gente se queda a medio camino.