La burbuja de Tesla es una aberración digna de las peores crisis bursátiles
Tesla ya es el grupo automovilístico de EEUU con una mayor valoración bursátil, por encima de General Motors. La burbuja, según los analistas, parece evidente
Una compañía que vendió el año pasado menos de 80.000 vehículos vale en bolsa desde este lunes más que otra que vendió 9,5 millones de coches. Así es la realidad bursátil a día de hoy de Tesla, que alcanza en Wall Street una cotización por encima de los 51.000 millones de dólares, 100 veces más que el gigante del motor General Motors. O 6.000 millones más que Ford, otro de los grandes grupos automovilísticos de los Estados Unidos (EEUU), que logró comercializar 6,65 millones de unidades en 2016.
En la última jornada, las acciones de la compañía fundada por Elon Musk se intercambiaban a un precio de 312 dólares el título, el 3% más que al inicio del día, continuando la senda alcista de las últimas semanas. ¿Está justificada una valoración de esta magnitud? ¿Por qué los inversores siguen apostando por Tesla? Si se atiende a los números más recientes, esta alegría bursátil no parece entendible.
En el primer trimestre de este año, la compañía líder en el segmento de los eléctricos despachó unos 25.000 vehículos. Cifra que le otorga una proyección de 100.000 unidades al final del año, muy lejos de las previsiones de medio millón de coches para 2018 y de un millón redondo de cara a 2020. Además, Tesla sigue mostrándose incapaz de asomarse ni de lejos a la rentabilidad: en el último ejercicio los números rojos de la tecnológica ascendieron a 675 millones de dólares.
Tesla aspira a vender medio millón de coches en 2018. Pero este año se podría quedar en apenas 100.000
“Nada de esto tiene sentido”, apunta en un reciente análisis la publicación especializada Business Insider. Alexander Potter, de Pipper Jaffray, por su parte, atribuye el éxito de las acciones de Tesla al “optimismo, libertad, desafíos y un montón de otras emociones” que el grupo transmite, según declara a Bloomberg. “No es justo”, apunta a su vez Maryann Keller, consultora de la industria del motor, quien advierte que “incluso si Tesla pasa a ser rentable, terminará teniendo que hacer los suficiente como para justificar esa tasación”. La pregunta es: ¿será capaz?
¿La burbuja del coche eléctrico?
Lo que parece claro es que la realidad en el parqué de Tesla no se ajusta a su rendimiento actual como compañía. Desde Business Insider van incluso más allá. «En este punto, la burbuja en Tesla parece obvia, tan obvia como la ha parecido desde el inicio de año. La diferencia ahora es que su crecimiento ha sido tan grande que ya resulta terrorífico».
Por el fuerte componente especulativo, el ascenso de Tesla recuerda en muchos aspectos a otras burbujas bursátiles vinculadas a negocios que en ese momento estaban explotando.
El caso más conocido es el pinchazo de la burbuja de las puntocom al comienzo de la década de los 2000. Un periodo precedido por el crecimiento ficticio de centenares de nuevas empresas de internet, que se lanzaron al parqué precipitadamente, y que ascendieron en base a valoraciones que después se demostraron hinchadas.