Adiós al MWC | Cómo los organizadores asumieron la cancelación
El órdago de las 'telecos' europeas y norteamericanas (AT&T, Vodafone, Deutsche Telekom y BT) tumbó las resistencias de los organizadores de GSMA
Hace justo una semana, la GSMA, la organizadora del Congreso Mundial de Móviles de Barcelona, decía que el riesgo por el coronavirus era limitado; ayer, miércoles, asumía que la feria tecnológica se iba a suspender por primera vez en su historia. Entre una postura y otra no solo pasó el tiempo, sino una cascada de renuncias de empresas expositoras y, sobre todo, el órdago de una cuarta parte del consejo de la propia organización, que está compuesto por las mayores compañías de telecomunicaciones del mundo, entre las que figuran AT&T, Telefónica y Vodafone.
Las primeras turbulencias llegaban tras el fin de semana, en el que ya se había conocido que ni Amazon ni LG pisarían Barcelona. La presión hizo mella en dos de los miembros del consejo de la GSMA, la japonesa NTT DOCOMO y la cotizada Telenor, que mostraban las primeras grietas entre los organizadores. La primera optaba directamente por no asistir, mientras que la compañía con sede en Fonerbu (Noruega) prefería tomar medidas y enviar a menos personal a Barcelona.
Aún así, según reconocieron voces oficiales de Telenor a Economía Digital el propio martes, no descartaban la cancelación de su cita y todavía estaban atentos a los acontecimientos. «En función de cómo evolucione la situación, tomaremos una decisión», contestaron.
AT&T fue la primer ‘teleco’ estadounidense en el consejo de la GSMA que abandonó el Mobile
Y los hechos se agravaron. Ese mismo martes cancelaron su asistencia distintas tecnológicas, como la red social Facebook, el conglomerado tecnológico Cisco, la nórdica Ericcson o la estadounidense Intel, el segundo fabricante de chips a nivel mundial.
Pero la ausencia de mayor peso para el consejo de la GSMA fue la de otro de sus miembros: AT&T. La renuncia del gigante estadounidense presionaba al máximo la continuidad del Mobile, cuyos únicos apoyos eran ya los de las compañías chinas como Xiaomi y Huawei.
El miércoles, decisivo
Con la certeza de que ya eran 30 las empresas —Nvidia, Sony y LG, entre muchas otras— las que habían dicho no al MWC, el mediodía del miércoles fue frenético. Los organizadores habían planificado y anunciado un comité de crisis para el viernes, pero tuvieron que adelantarlo y abordarlo de urgencia.
La razón fue sencilla: la renuncia en cascada de dos compañías británicas, Vodafone y BT, y de otra alemana, Deutsche Telekom, que no se habían sentado todavía en la reunión con la GSMA y ya habían anunciado públicamente que no estarían en la feria durante la última semana de febrero, pese a que, en casos como el de Vodafone, su stand estaba casi preparado.
Así, una buena parte del consejo, compuesto por 26 miembros — uno de ellos el del director general de la GSMA, Mats Granryd — , había dejado claras cuáles eran sus intenciones: priorizar la prevención del contagio del coronavirus, que ya se había cobrado más de 1.100 vidas en China, antes que aprovechar las oportunidades de negocio de la feria.
Telefónica y Orange esperaron a que la decisión de cancelar el MWC la tomara la propia GSMA
Las posiciones más institucionales las mantuvieron Telefónica y Orange. La compañía española presidida por José María Álvarez-Pallete, que siempre ha respaldado a la ciudad de Barcelona como mejor anfitriona para el evento, esperó al comunicado oficial de la GSMA para hablar
Explicó que entendía «la decisión de cancelar el Mobile World Congress 2020 por la situación generada» y agradeció «el enorme esfuerzo realizado tanto por la organización como por las autoridades».
Por su parte, Orange, cuyo consejero delegado Stéphane Richard es además el presidente del consejo de la GSMA, quiso remarcar en todo momento que siempre había estado estudiando los distintos escenarios, pero nunca que había decidido irse, pese a las informaciones publicadas que apuntaban en esa dirección.
La GSMA, desbordada
Si el papel de las telecos fue decisivo para la cancelación del MWC, el del dueño de la feria, la GSMA, no fue menos importante. La organización quiso mantener la esperanza hasta horas antes de cancelar el evento, lo que les llevó a lanzar de manera oficiosa un mensaje tranquilizador en medio de la reunión decisiva.
Pero, una vez más, la GSMA se vio superada por la crisis de comunicación e imagen que había generado el coronavirus. No era el primer bandazo: ya descartaron implementar medidas adicionales de prevención de contagio, para terminar haciéndolo más tarde, y calificaron la reunión del consejo de «ordinaria», cuando realmente se demostró que fue determinante para la continuidad del congreso.
Fue la última comunicación oficial antes de conocer de primera mano la versión de John Hoffman, consejero delegado de GSMA , quien comparecerá durante la mañana de este jueves junto a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, para explicar lo sucedido.