Esta empresa española subasta capones para otorgar 30 becas a estudiantes afectados por la DANA
Cascajares celebra su tradicional subasta solidaria apostando por la educación de los jóvenes y el futuro tras las catástrofes climáticas
La subasta benéfica es un ejemplo de cómo las empresas pueden impulsar cambios positivos en la sociedad. Foto: Fundación Cascajares
El próximo 26 de noviembre, la empresa Cascajares celebrará en el Teatro Barceló de Madrid la XXV edición de su tradicional Subasta Benéfica de Capones. Este evento anual, que reúne a empresas, instituciones y particulares, se ha convertido en un referente de solidaridad en España. En esta edición, los fondos recaudados se destinarán a apoyar a estudiantes afectados por la reciente DANA que golpeó con fuerza la Comunidad Valenciana.
El objetivo es financiar 30 becas para jóvenes de Formación Profesional pertenecientes a familias afectadas por las inundaciones. Esta iniciativa busca no solo aliviar las dificultades económicas que enfrentan, sino también proporcionarles herramientas para garantizar su futuro académico y laboral.
Reparto de la solidaridad
Cascajares repartirá lo obtenido en la subasta entre dos asociaciones. La primera es Nuevo Futuro de Madrid, entidad con la que ya colaboraron en 2021 y que trabaja por la inclusión social de jóvenes con discapacidad. La segunda es Casa Caridad Valencia, una institución con más de 100 años de historia dedicada a apoyar a personas sin hogar y en riesgo de exclusión social. Por su parte, la subasta estará respaldada por la Fundación La Caixa como patrocinador principal.
El reparto equitativo entre ambas organizaciones responde a la necesidad de atender diferentes frentes sociales. Mientras que Nuevo Futuro se centra en proyectos a largo plazo, como la autonomía de los jóvenes, Casa Caridad destinará los fondos específicamente a las becas para estudiantes. Este enfoque permite abarcar tanto la emergencia educativa derivada de la DANA como los objetivos de inclusión que caracterizan a Cascajares.
Un acto solidario único
La subasta, que contará con la participación de figuras reconocidas como Anne Igartiburu, Leo Harlem y el tenor Zapata, se ha consolidado como un acto solidario de gran prestigio. Este incluye la venta de capones vivos, traídos directamente desde la granja de Cascajares en Valladolid. También se podrán pujar por otros productos de la empresa, como pavos o incluso piezas especiales, como ocurrió el año pasado con la pularda «Ave Fénix».
En ediciones anteriores, esta subasta ha logrado recaudar cifras impresionantes, superando incluso los 100.000 euros en una sola noche. La expectación de este año es alta, y se espera que el evento vuelva a destacar por la generosidad de los participantes y la calidad de los productos subastados.
El compromiso de Cascajares
Cascajares no es solo una empresa reconocida por la calidad de sus productos gastronómicos; también es un modelo de compromiso social. Desde 2010, la Fundación Cascajares canaliza esta responsabilidad a través de acciones benéficas, como la subasta de capones, con el objetivo de «devolver a la sociedad parte de lo que ha recibido».
El incendio que destruyó su fábrica en Dueñas en 2022 marcó un antes y un después en su historia. Sin embargo, lejos de ser un obstáculo, la adversidad sirvió como motor de superación. La empresa no solo reconstruyó sus instalaciones, sino que incrementó su producción y creó más empleo, contando actualmente con 120 trabajadores repartidos entre España y Canadá. Este espíritu de resiliencia es el que ahora quieren transmitir a los jóvenes afectados por la DANA, demostrando que es posible levantarse y mirar al futuro con esperanza.
Un legado de 25 años
La Subasta Benéfica de Capones de Cascajares no solo celebra su vigésimo quinto aniversario, sino también un legado de solidaridad que ha dejado huella en múltiples causas sociales. En este tiempo, ha recaudado más de un millón y medio de euros, destinados a apoyar a colectivos vulnerables y proyectos de inclusión.
El evento de este año busca ir más allá del acto simbólico de la subasta. Al destinar parte de lo recaudado a la educación de jóvenes afectados por una catástrofe climática, Cascajares pone de manifiesto la importancia de invertir en el futuro de las nuevas generaciones, especialmente en momentos de crisis.