La Seguridad Social recuerda qué documento necesitas para viajar por Europa

Viajes por Europa.

La Navidad puede ser una buena ocasión para hacer una escapada a alguna capital europea. Foto: Freepik

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Se acerca la Navidad y con ella las vacaciones, una época que muchas personas aprovechan para hacer algún viaje. Además de visitar ciudades con sus tradicionales mercadillos navideños en España, puede ser una buena ocasión para hacer una escapada a alguna capital europea.

Para viajar por Europa, pero, la Seguridad Social recuerda un documento imprescindible para desplazarse por los distintos países con total seguridad. Se trata de la tarjeta sanitaria europea, que sirve para poder recibir las prestaciones sanitarias que se requieran durante una estancia temporal en cualquier estado del Espacio Económico Europeo, Reino Unido o Suiza.

Consiste en un documento personal e intransferible, gratuito, que permite el acceso a la sanidad en estos países, de acuerdo con su legislación, y teniendo en cuenta la naturaleza de las prestaciones y la duración de la estancia prevista.

La pueden utilizar tanto las personas que están de viaje por turismo, por una actividad profesional o por los estudios. No obstante, no es válida cuando el desplazamiento tenga la finalidad de recibir tratamiento médico.

En este caso, es necesario que el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), o el Instituto Social de la Marina (ISM), emita un formulario, previo informe favorable del Servicio de Salud. 

La tarjeta sanitaria europea tampoco sirve si se trata de un cambio de la residencia habitual a otro país miembro de la Unión Europea, o a Reino Unido, Noruega, Liechtenstein, Islandia o Suiza. Para ello, hay que rellenar un formulario para recibir asistencia médica en el nuevo país de residencia.

Cómo solicitar la tarjeta sanitaria europea de la Seguridad Social

La tarjeta sanitaria europea la pueden solicitar todas las personas que ostenten la condición de asegurados en el Sistema de la Seguridad Social. Es imprescindible que cada persona que viaje tenga su propia tarjeta.

Para solicitarla o renovarla, es necesario disponer de un DNI o NIE y del número de la Seguridad Social. El trámite se puede hacer de la siguiente manera:

  • De manera presencial: en los Centros de Atención e Información (CAISS) de la Seguridad Social.

Una vez solicitada, se entrega en unos cinco días en el domicilio que se tenga registrado en la Seguridad Social. Si el desplazamiento es inminente, es posible solicitar un Certificado Provisional Sustitutorio de la Tarjeta Sanitaria Europea, un documento en el que figura el código CEA (Código Electrónico de Autenticidad).

Sede del Instituto Nacional de la Seguridad Social.
La tarjeta sanitaria europea la pueden solicitar todas las personas que ostenten la condición de asegurados en el Sistema de la Seguridad Social. Foto: Ministerio de Empleo y Seguridad Social.

La tarjeta tiene un plazo de validez de dos años desde que se emite, con algunas excepciones, y siempre que su titular continúe reuniendo los requisitos que le permitieron obtenerla durante su periodo de validez.

En qué países sirve la tarjeta sanitaria europea

La tarjeta sanitaria europea sirve en los veintisiete estados miembros de la Unión Europea y otros cinco países: Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, Croacia, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Polonia, Portugal, República Checa, Rumania y Suecia, así como en Reino Unido, Noruega, Liechtenstein, Islandia y Suiza.

Qué servicios sanitarios incluye

La tarjeta cubre los gastos médicos surgidos durante el viaje. Por ejemplo, si se tiene un accidente, si hay una enfermedad, si empeora una enfermedad crónica o si se está de parto.

Así, la persona afectada será atendida por un médico, en un hospital o un centro de atención sanitaria, como si fuera un residente más del país, con los servicios que se presten allí. Además de la atención, también se incluye la prescripción y dispensación de medicamentos, en iguales condiciones a las de los residentes en el país.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que hay servicios no incluidos, como la asistencia sanitaria privada, ni sirve en casos de repatriación o salvamento.

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Aroa Tort López

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