Niega el cambio climático, es multimillonario y ahora es el nuevo secretario de energía de Estados Unidos

El magnate del ‘fracking‘ (una técnica de extracción de gas y petróleo) Chris Wright se suma al Gobierno de Donald Trump como secretario de Energía de Estados Unidos y será también miembro del Consejo Nacional de Energía.

Wright no sólo es ejecutivo de la industria carburante, sino que resalta por ser abiertamente negacionista climático. En numerosas ocasiones, el multimillonario ha criticado a los activistas ecologistas y comparado la lucha contra el cambio climático con el consumismo de estilo soviético.

Sobre su trayectoria, Wright es ingeniero por el Instituto Tecnológico de Massachusetts y, en 1992, fundó Pinnacle Technologies, una compañía especializada en servicios de extracción de gas de esquisto.

Entre los años 2000 y 2006, presidió Stroud Energy, una de las pioneras en producir gas de esquisto, según su página web. Cinco años después, el petrolero fundó Liberty Energy, una energética de 2.800 millones de dólares que suministra servicios y equipos de ‘fracking’.

Este método de extracción se basa en la ruptura de rocas del subsuelo, una práctica prohibida en España, pero muy importante para la economía norteamericana.

Sobre la elección del actual CEO de Liberty Energy, Trump ha destacado en comunicado que Cris es «un empresario y técnico líder en la energía. Ha trabajado en los sectores del gas, el petróleo, la energía geotermal, solar y nuclear».

Wright no tiene propiamente experiencia política, pero ha compartido muchas veces su opinión sobre la urgencia de producir más carburantes para vencer la pobreza.

Además, se ha hecho notar entre los líderes del sector del petróleo y gas por su actitud relajada y su autodenominación como un «nerd» de la tecnología. Wright captó la atención de los medios en 2019 por beber ante las cámaras un líquido de fracturación hidráulica para probar que no representaba un riesgo.

En cuanto a su vida personal, el empresario reside en una mansión en Colorado (EE UU) junto a su mujer Liz. Es abuelo, escalador, ciclista, esquiador y entusiasta de las actividades al aire libre, según informa Energy Report.

Niega el cambio climático

La agencia The Associated Press describe al petrolero como «fuerte defensor del desarrollo del petróleo y gas, que incluye la fracturación hidráulica», un elemento indispensable en el plan del republicado de conseguir la «hegemonía energética de Estados Unidos».

El año pasado Wright subió un vídeo a su perfil de LinkedIn en el que rechazaba el calentamiento global. «No hay una crisis climática y no estamos en medio de una transición energética», repitió.

En otras situaciones, el ingeniero ha abogado por los combustibles fósiles, un tema que la Agencia Internacional de la Energía defendía por finalizar en un informe publicado en el año 2021.

«El mundo funciona con petróleo y gas, y los necesitamos», declaró el nuevo secretario a CNBC en 2023 como respuesta a los llamamientos a abandonar los combustibles fósiles en una década, un plazo que considera «absurdo».

«Interponerse en el camino del sistema energético actual antes de que hayamos construido un nuevo sistema energético no tiene ninguna ventaja«, dijo Wright en esa oportunidad.

Sector nuclear y su vínculo con Elon Musk y Sam Altman

Wright no limita su actividad al ‘fracking’. También forma parte de la Junta Directiva de Oklo Inc., una compañía de reactores nucleares modulares pequeños de última generación.

Oklo busca construir, operar y suministrar energía directamente a sus clientes mediante contratos a largo plazo. Según informó CNBC, la compañía salió a bolsa el pasado mayo mediante una fusión con AltC Acquisition Corp., un SPAC (empresa de adquisición) de Sam Altman, consejero delegado de OpenAI.

Altman, que comparte directorio con Wright y preside Oklo, es enemigo público de Elon Musk. Hace poco, el dueño de Tesla lo acusó de fraude, conspiración y publicidad engañosa.

Oklo ha obtenido la aprobación del Departamento de Energía de EE UU para llevar a cabo investigaciones en el sitio del reactor planificado en el Laboratorio Nacional de Idaho. No obstante, aún necesita la aprobación la Comisión Reguladora Nuclear para avanzar en la construcción y operación de la planta, ya que su primera solicitud fue rechazada en 2022.