Alardear en redes sociales de los excesos de velocidad puede salir caro: así actúa la Guardia Civil

El Grupo de Investigación y Análisis del Tráfico (GIAT) es la unidad especializada que rastrea las redes sociales buscando posibles delitos contra la seguridad vial

La Guardia Civil, controlando las redes sociales.

Subir videos de comportamientos irresponsables e incluso delitos al volante a la redes sociales no es algo nuevo. Foto: DGT

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La irrupción de los teléfonos móviles inteligentes y de las redes sociales en la vida cotidiana de las personas ha impactado de lleno en la conducción. Las distracciones al volante causan un tercio de los accidentes de tráfico mortales, según los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), y de estas, una de las más habituales y que no deja de incrementarse es la provocada por el uso del móvil.

Utilizar el dispositivo mientras se conduce puede suponer un aumento de hasta cuatro veces el riesgo de sufrir un accidente, alerta la DGT. Sin embargo, como muestran los datos, los conductores continúan infringiendo la norma y poniendo en riesgo su seguridad y la del resto de usuarios de la carretera.

Hay conductores que van un paso más allá y deciden, no solo cometer otra infracción a la vez que utilizan el móvil, sino que la graban y la cuelgan en sus redes sociales. Especialmente, vídeos de exceso de velocidad, conducciones temerarias o derrapes.

El Grupo de Investigación y Análisis del Tráfico (GIAT) es la unidad especializada de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil que tiene, entre otras funciones, la de rastrear las redes sociales buscando posibles delitos contra la seguridad vial, además de analizar material enviado por ciudadanos anónimos. Una tarea compleja, teniendo en cuenta que el 86% de la población española de entre 12 y 76 años utiliza las redes sociales.

El GIAT confirma que los delitos que se suben a Internet están impulsados «por la absurda voluntad de presumir de supuestas cualidades al volante«, como la velocidad, pero también conducciones temerarias como hacer zigzag entre varios coches, con ocupantes sacando medio cuerpo por la ventanilla, derrapajes…

Subir videos de comportamientos irresponsables e incluso delitos al volante a las redes sociales no es algo nuevo, pues se hace desde que existe Facebook o YouTube. El problema es el incremento que se ha detectado con las redes como Instragram, TikTo o Twich, basadas en la sucesión de vídeos cortos.

Cómo identificar los delitos viales en las redes sociales

El GIAT lo forman más de 200 especialistas y están repartidos por toda España, unos 15 en el GIAT Central y entre 3 y 5 por provincia. Para poder llegar a monitorizar todo el contenido que se sube todos los días a las redes sociales, teniendo en cuenta que tienen otras funciones, cuentan con ayudas tecnológicas.

Una de ellas es el sistema LINCE, una plataforma online multidisciplinar de la Guardia Civil que se encarga, por ejemplo, de las siguientes funciones:

  • Localizar y gestionar incidencias en las carreteras.
  • Crear alertas periódicas.
  • Distribuir información automáticamente a otros sistemas o usuarios a través de un correo electrónico o mensajería.

Para rastrear los delitos contra la seguridad vial en las redes sociales, el GIAT utiliza esta plataforma, acotando la búsqueda mediante la introducción de filtros predeterminados y palabras clave.

Por otro lado, también cuentan con la colaboración ciudadana: en 2023, los investigadores del GIAT recibieron 155 mensajes de personas denunciando comportamientos presuntamente delictivos relacionados con la seguridad vial. De estos, 199 fueron considerados finalmente delito.

Esta información proporcionada por la ciudadanía se trata de forma anónima. Para denunciar cualquier delito –no únicamente los relacionados con la seguridad vial–, se puede hacer a través del formulario de Colaboración Ciudadana de la web de la Guardia Civil o desde el correo electrónico colabora@guardiacivil.org.

Infracciones denunciadas

En cuanto a la tipología de las infracciones, la Guardia Civil explica que uno de los casos que ven muy habitualmente es el de jóvenes que cogen el coche de su padre o madre, muchas veces sin que estos lo sepan, y «cometen locuras al volante». Y apuntan que, a menudo, se graban pensando que no se les va a reconocer y sin pensar en las consecuencias que puede tener exponer un vídeo así en las redes sociales.

Agentes de la Guardia Civil, quienes identifican delitos en las redes sociales.
El grupo de investigación de la Guardia Civil lo forman más de 200 especialistas. Foto: Eduardo Parra / Europa Press

Por ejemplo, relatan un caso de un joven de 23 años en Segovia, que hace unos meses apareció en una red social conduciendo un vehículo de alta gama a 264 km/h por una autovía. Los trabajos de identificación permitieron constatar que la persona no disponía de permiso de conducir y que el vehículo era propiedad de su padre.

Otro caso reciente es un conductor que se dedicaba a los «driftings» y «donuts» –dos tipos de sobrevirajes– en la vía pública abierta al tráfico en un barrio de Zaragoza. Tal como los investigadores identificaron en uno de los vídeos subidos a las redes sociales, el coche cometía esas maniobras a pocos metros de otros vehículos y peatones.

Como resultado de la investigación, se consiguió identificar al conductor, un varón de 30 años, a quien se le imputan dos presuntos delitos contra la seguridad vial por conducción temeraria.

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