Cómo reaccionar ante una pérdida repentina de presión en los neumáticos, según la DGT
La DGT explica que la presión adecuada de los neumáticos no solo mejora la conducción, sino que también evita riesgos y gastos innecesarios
Imagina conducir por una autopista cuando, de repente, tu coche pierde estabilidad y escuchas un ruido extraño. Una pérdida repentina de presión en los neumáticos es un imprevisto que puede alterar cualquier trayecto. Ante este tipo de situaciones, saber cómo actuar puede marcar la diferencia entre una solución rápida o un problema mayor.
La Dirección General de Tráfico (DGT) y expertos en mantenimiento automovilístico subrayan que la seguridad vial depende, en gran medida, del estado de los neumáticos. Desde cómo reconocer las señales de un pinchazo hasta las consecuencias de una presión inadecuada, este artículo explica todo lo necesario para estar preparado.
La DGT explica cómo actuar en caso de pérdida de presión
Ante un pinchazo o pérdida de presión repentina, lo primero es mantener la calma. La DGT recomienda levantar el pie del acelerador, sujetar el volante con firmeza y evitar frenazos bruscos que podrían desestabilizar el vehículo. Mantén la trayectoria dentro del carril y activa las luces de emergencia.
Si es posible, continúa circulando lentamente hasta encontrar un lugar seguro donde detenerte. Una vez estacionado, revisa visualmente los neumáticos. Si detectas un pinchazo evidente, como un objeto incrustado, no lo retires por tu cuenta. Es mejor llamar a un profesional o utilizar un kit de emergencia.
Importancia de la presión adecuada
Está claro que la presión de los neumáticos es un aspecto clave para la seguridad y el rendimiento del vehículo. Según expertos como Norauto, una presión inadecuada puede provocar problemas graves. Si la presión es menor de lo recomendado, los neumáticos tienden a desgastarse más rápido, aumentan el consumo de combustible y el coche pierde estabilidad.
Por el contrario, una presión excesiva disminuye el agarre, dificultando maniobras como giros o frenadas. La solución está en revisar regularmente la presión, que puede encontrarse en la documentación del coche o en la tapa del depósito de combustible.
Consecuencias de no mantener la presión adecuada
Un neumático mal inflado afecta la conducción de varias maneras. Con una presión insuficiente, se incrementa la resistencia al rodaje, lo que obliga al motor a trabajar más, aumentando el consumo de combustible y las emisiones contaminantes.
Además, los neumáticos con presión baja absorben peor los baches, reduciendo el confort durante el trayecto. En términos de seguridad, una presión incorrecta puede alargar la distancia de frenado y complicar las maniobras de emergencia, aumentando el riesgo de accidentes.
Consejos para mantener los neumáticos en óptimas condiciones
- Revisar la presión regularmente: Comprueba la presión al menos una vez al mes y antes de viajes largos. Hazlo siempre con los neumáticos en frío.
- Evitar obstáculos: Los baches y bordillos pueden causar daños invisibles que derivan en fugas de aire.
- Controlar las válvulas: Asegúrate de que las válvulas estén en buen estado y reemplázalas si detectas desgaste.
- Mantener una conducción suave: Evita frenadas o giros bruscos que puedan dañar los neumáticos.
- Distribuir el peso correctamente: Respetar la capacidad de carga del vehículo ayuda a evitar la presión desigual en los neumáticos.
Innovación y tecnología al servicio de los neumáticos
Hoy en día, muchos vehículos están equipados con sistemas de monitoreo que alertan cuando la presión no es la adecuada. Estos dispositivos facilitan el mantenimiento preventivo y reducen el riesgo de problemas inesperados en carretera.
No obstante, la tecnología no reemplaza el cuidado básico. Llevar un medidor de presión portátil y un kit de reparación sigue siendo fundamental para resolver emergencias.
Los neumáticos son el pilar de una conducción segura
Los neumáticos son más que una parte del coche. De hecho, estos son el primer punto de contacto con la carretera. Mantenerlos en buen estado no solo prolonga su vida útil, sino que también mejora la experiencia de conducción y garantiza la seguridad.
Desde actuar correctamente ante un pinchazo hasta evitar problemas con revisiones periódicas, estar informado puede ahorrarte sustos y gastos innecesarios. Así que la próxima vez que te pongas al volante, asegúrate de que tus neumáticos estén a la altura del trayecto.