La razón por la que los niños de San Ildefonso cantan en el sorteo de Lotería de Navidad
Para participar del sorteo, los niños de esta escuela deben reunir ciertos requisitos, como ser mayores de ocho años y tener fluidez verbal
Todos los 22 de diciembre España se detiene frente a los televisores, radios e incluso plataformas digitales para seguir el sorteo más esperado del año: la Lotería de Navidad.
Este evento no solo reparte millones de euros en premios, sino que ha conseguido convertirse en una tradición muy arraigada en la cultura del país. Más allá de la emoción de los premios, este sorteo se ha transformado en un símbolo de esperanza y, por supuesto, de la época navideña.
Lo curioso de la Lotería de Navidad es que, a pesar de ser un sorteo de azar, está lleno de rituales que lo convierten en un verdadero espectáculo, desde el lugar donde se celebra (Teatro Real en Madrid) hasta la atmósfera de expectación que inunda el aire.
Pero sin duda, uno de los momentos más especiales del sorteo es cuando suenan las voces de los niños de San Ildefonso, encargados de cantar los números ganadores.
Esta tradición, que ha perdurado durante generaciones, se ha vuelto también el alma del sorteo. Pero, ¿de dónde proviene esta tradición? Aquí te contamos.
Por qué los niños de San Ildefonso
Para entender la razón por la que estos niños recitan los números agraciados, debemos viajar atrás en el tiempo, específicamente al 9 de marzo de 1771, cuando Diego López, un estudiante del colegio San Ildefonso, se convirtió en el primer niño en entonar los números de la Lotería.
Desde esa fecha, esta tradición ha perdurado hasta nuestros días. Pese a que no se sabe con exactitud por qué fueron ellos los seleccionados, desde el primer sorteo oficial del sorteo navideño en 1812, los niños del colegio han sido los encargados de esta función.
El colegio San Ildefonso fue un orfanato y hasta 1981 aceptaba sólo a chicos. Sin embargo, en 1984 las niñas comenzaron a cantar el sorteo junto a los niños. Esta escuela, con más de 200 años de historia, se dividió en dos instituciones a finales de los 90.
Por un lado, quedó la residencia-internado, que alberga a unos 60 niños cuyas familias requieren apoyo económico, y por otro, el colegio público dependiente de la Comunidad de Madrid. Los niños que cantan en el sorteo de Navidad provienen del grupo residente en el centro.
Según explica AS, existen una creencia de que los niños solían recorrer calles y plazas cantando sorteos a cambio de una pequeña limosna. En la primera lotería, la institución obtuvo 500 reales, una cantidad suficiente para cubrir sus gastos durante varios meses.
De este modo, al depender de las donaciones para seguir manteniéndose, lograron transformar esta práctica en una tradición que les garantizaba ingresos estables cada año.
A quiénes eligen para cantar
El proceso de selección comienza cuando los niños interesados se presentan voluntariamente, y, aunque hay muchas candidaturas, sólo 32 son elegidos cada año.
Los elegidos deben reunir ciertos requisitos, como ser mayores de 8 años, tener una buena fluidez verbal y una voz adecuada para la ocasión.
Cuando son elegidos, los niños inician los ensayos, que comienzan dos meses antes del sorteo, en octubre. Puede que el tiempo de preparación parece corto, pero la realidad es que todos los seleccionados ya han participado en sorteos anteriores, por lo que poseen experiencia.
Durante este periodo, los niños practican los números y la entonación con dedicación, y aunque puede parecer un evento aislado, para ellos es una tradición que forma parte de su historia personal y de la Lotería de Navidad.