Motivos por los que pueden invalidar un testamento en España

El testamento uno de los documentos más importantes a la hora de recibir una herencia. Se trata de las instrucciones que la persona fallecida ha dejado sobre quién y cómo se legaran sus bienes, por lo que los expertos recomiendan hacerlo, para evitar posteriores conflictos entre los herederos y que el proceso sea largo y complejo.

El testamento puede cambiarse las veces que sea necesario por el motivo que sea, pues es un documento revocable, tal como indica el Código Civil español en su artículo 737. Y, aunque son generalmente considerados como documentos legalmente vinculantes, hay circunstancias en las cuales puede ser impugnado y declarado inválido.

No obstante, el proceso para conseguir la impugnación testamentaria es un asunto legal complejo, pues es fundamental entender los motivos por los que se ha considerado el documento inválido para asegurar que se respeten los derechos y la voluntad del testador.

Condiciones para que el testamento sea válido

Para que el testamento sea reconocido como válido, debe cumplir con una serie de requisitos que establece el Código Civil, en los artículos 662 y 743:

• El testador tiene que tener la capacidad mental adecuada cuando redacta el testamento. Es decir, debe poder comprender la naturaleza y el alcance de sus bienes, y las implicaciones de las decisiones que deja escritas.

• El documento tiene que haber sido redactado de forma totalmente voluntaria y autónoma por parte del testador, sin que hubiera habido ningún tipo de coacción, engaño o influencia indebida en la toma de sus decisiones.

• El testamento tiene que estar escrito teniendo en cuenta los requisitos formales que varían según la legislación aplicable, como por ejemplo incluir la presencia de testigos, la firma del testador o la fecha.

Declarar nulo un testamento

La validez del documento puede ser cuestionada en los tribunales, que serán los que tendrán que determinar si el testamento es válido o no.

Existen distintas causas legales que pueden llevar a declarar nulo el documento. Las más comunes son las siguientes:

• Incapacidad mental del testador: algunos ejemplos que pueden afectar la capacidad mental de una persona, es decir, a la capacidad de comprender y tomar decisiones informadas y coherentes, son las enfermedades mentales, la demencia, los trastornos cognitivos o las lesiones cerebrales. Para impugnar el testamento hay que presentar pruebas sólidas para respaldar esta incapacidad, como informes de profesionales médicos o psicológicos, testimonios de personas cercanas al testador o recopilar registros médicos que indiquen diagnósticos o medicaciones relacionadas con alguna enfermedad o deterioro cognitivo.

• Coacción o influencia indebida: en forma de amenazas, intimidación, abuso emocional o físico, chantaje o cualquier otro acto que limite la libertad de decisión del testador y que conlleve a que el testamento no refleje su verdadera voluntad, así como el aprovechamiento de la relación de confianza existente para manipularlo y obtener beneficios personales. En este caso también es necesario aportar pruebas, como declaraciones de personas que hayan presenciado la coacción, evidencias escritas o documentales (cartas, correos electrónicos, mensajes de texto…) o solicitar una evaluación psicológica del testador.

• Fraude o engaño: el testamento se ha obtenido de manera fraudulenta, por una falsificación de firmas, un engaño sobre el contenido del testamento (por ejemplo, se le presenta un documento diferente) o la manipulación de la voluntad del testador (muy habitual si el testador tiene sus capacidades mentales limitadas).

• Errores de forma y requisitos legales: los más comunes son la falta de testigos, que la firma del testador sea incorrecta o pueda estar falsificada, o que no se incluya la fecha del testamento o haya dudas sobre su autenticidad.

• Testamento revocado o reemplazado: como se trata de un documento revocable, si existe otro posterior que contradiga o reemplace el anterior, este pierde su validez.