Más allá de Muface: los funcionarios están al límite y piden soluciones
El sindicato CSIF califica la situación de "insostenible"
Los funcionarios continúan sumidos en la incertidumbre sobre el concierto de Muface. Después de que el Gobierno cediese ante las aseguradoras y mejorase en 330 millones de euros hasta engrosar el valor del contrato hasta los 4.808 millones de euros para los próximos tres años, la continuidad del modelo prestar cobertura sanitaria a los mutualistas aún no está garantizada.
Mientras que Asisa ha asegurado en todo momento estar valorando las condiciones recogidas en los pliegos, Adeslas optó por no presentarse al concurso al considerar que agravaría las pérdidas económicas del modelo, si bien ahora ha cambiado su postura y se ha decantado por volver a presentarse tras considerar que las condiciones son «justas».
Los funcionarios, al límite
El sindicato CSIF ha advertido en una publicación en su cuenta en la red social X que los funcionarios que trabajan en las prisiones del país se encuentran en una situación «límite», después de que se haya producido un aumento de las agresiones y desde la administración pública no se esté proponiendo ningún tipo de solución.
«La situación en las cárceles es insostenible», ha destacado la organización sindical para después recordar que en los últimos días se han producido múltiples agresiones brutales, especialmente, en Madrid. «Lamentamos la falta de seguridad y la inacción de la administración penitenciaria», ha hecho hincapié.
El sindicato describe la situación como «insostenible» y pide que se reconozca a los funcionarios de prisión como agentes de autoridad
Ante esta situación, el colectivo ha reclamado más recursos tanto humanos como materiales para hacer frente a la problemática, pero también el diseño de un protocolo contra agresiones «real y efectivo» y que se reconozca como agentes de la autoridad a los funcionarios de prisiones, entre otras medidas.
Agresiones en las cárceles
En el transcurso de una semana, tres funcionarios han sufrido agresiones en uno de los centros penitenciarios de Estremera. La primera tuvo lugar en el módulo dos, donde un trabajador recibió un fuerte golpe en la cara por parte de un interno precisando, por lo que tuvo que recibir asistencia sanitaria en la cárcel.
Las otras dos agresiones tuvieron lugar al cerrar las celdas del módulo 16, cuando una interna desencadenó un violento altercado al recibir una negativa por parte de la encargada del módulo y reaccionar de forma agresiva. Después de que el resto de funcionarios acudiera de inmediato, la interna se abalanzó sobre un jefe de Servicios y una funcionaria, golpeándoles en la cara, brazos y piernas.
«Falta de seguridad» para los funcionarios
Después de considerar que las agresiones evidencian la falta de seguridad a la que se enfrentan los funcionarios de prisiones durante su trabajo, el sindicato lamentó la «creciente ola» de violencia en los centros penitenciarios y exigió medidas urgentes para paliar la situación en la que se encuentran estos profesionales.
«Las agresiones a funcionarios de prisiones no pueden seguir siendo toleradas ni minimizadas», recalcó antes de pedir la actualización y mejor de los medios coercitivos, adaptándolos a la realidad actual de los centros; un aumento de la plantilla, cubriendo el 100% de las vacantes y ajustando la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) a las necesidades reales.
CSIF reclama la actualización y mejora de los medios coercitivos, un aumento de plantilla y formación continua y especializada
También destacaron la importancia de que desde la administración pública se impulsen programas de formación continua y especializada, que proporcionen a estos trabajadores herramientas eficaces para afrontar estas situaciones.