Cuidado con las estafas de la lotería de Navidad: décimos falsos, premios inexistentes y sitios fraudulentos
Esta lotería también representa una oportunidad para los estafadores, quienes se aprovechan de la emoción de las familias para cometer delitos
La Lotería de Navidad es una de las tradiciones más esperadas y queridas por millones de españoles. Cada 22 de diciembre, este sorteo llama la atención de toda la población y de quienes compran sus décimos con la esperanza de ganar ‘El Gordo’, el premio más grande.
Este juego no solo reparte grandes cantidades de dinero, sino que simboliza el inicio de las fiestas navideñas y representa una gran ilusión compartida por familias y amigos.
No obstante, esta ilusión navideña también capta personas malintencionadas que buscan aprovecharse de la emoción de los jugadores. En los últimos años, se han incrementado los fraudes relacionados con esta lotería, lo que ha puesto en alerta tanto a las autoridades como a los compradores.
Las estafas más comunes incluyen la venta de décimos falsos, la creación de páginas web fraudulentas y el engaño de premios inexistentes. Muchas personas, en su afán de participar, compran boletos sin verificar su autenticidad o confían en anuncios engañosos.
Las víctimas, lamentablemente, descubren el fraude cuando es demasiado tarde, perdiendo dinero y, en algunos casos, información personal valiosa. Por ello, es importante reconocer algunas modalidades de estas estafas para evitar sorpresas.
Cuando «has ganado» sin jugar
Una estafa común es informar falsamente a la víctima de un premio que no ha ganado. Estos mensajes, que suelen llegar por teléfono, SMS, correo electrónico o redes sociales, parecen proceder de una institución confiable a la que suplantan la identidad .
El texto notifica la persona que se ha llevado un premio de lotería, aunque esta no haya participado en ningún juego. En este caso, los delincuentes suelen pedir los datos bancarios para realizar el cobro o pedir una cuota en concepto de gastos de gestión para acceder al presunto premio.
Para ello, los mensajes suelen incluir enlaces a sitios falsos que imitan páginas oficiales, así como números de contacto con tarifas elevadas que buscan obtener dinero de las víctimas.
La Policía recomienda desconfiar de cualquier aviso de premio en el que no se haya participado, evitar hacer pagos inesperados, así como prestar atención a la ortografía y redacción de los mensajes, ya que suelen presentar errores y pueden ser una señal clara de intento de fraude.
La venta de décimos fraudulentos
Otra modalidad popular de este juego es la venta de décimos falsos, que en la mayoría de casos se produce online. A primera vista, los sitios web parecen verdaderos.
Sin embargo, es usual que omitan elementos fundamentales como el logo, el código de barras o el sello de la entidad que ofrece los décimos. Por ello, es preferible comprar los tickets en establecimientos físicos o en la web oficial de Loterías y Apuestas del Estado.
Recuerda que la URL de las páginas oficiales siempre contienen los caracteres «https» al inicio, siendo la S un símbolo de que tiene mayor seguridad.
El tocomocho
A pesar de ser una estafa antigua, el tocomocho sigue sorprendiendo a nuevas víctimas. En este engaño, el estafador aborda a una persona, normalmente de mayor edad, en la calle y le ofrece un décimo de lotería presuntamente premiado que, según él, no puede cobrar.
Con excusas como falta de documentos o problemas legales, vende a la víctima el boleto por una cantidad menor al supuesto premio. La víctima, convencida de que está ante una gran oportunidad, accede a pagar, pero descubre después que el décimo no tiene ningún valor.
Las autoridades advierten que este tipo de fraude sigue ocurriendo y recomiendan mantenerse alerta ante propuestas similares. Los estafadores son muy persuasivos y, para ganar credibilidad, suelen contar con un “gancho”: una persona que actúa como testigo imparcial y lleva una lista falsa de premios para respaldar la autenticidad del engaño.
Aunque esta estafa tiene casi tantos años como el propio sorteo, aún son muchos los ciudadanos que caen en ella y denuncian haber sido víctimas del tocomocho.