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Esta es una de las lesiones más habituales en los choques, según la DGT
El organismo público hace una serie de recomendaciones para reducir el riesgo de sufrir una lesión en un accidente de tráfico
El año 2023 fue el peor para la siniestralidad vial de los últimos cinco ejercicios. Con resultados similares a los de 2018, se registraron en España 1.806 personas fallecidas y otras 9.265 con lesiones graves en accidentes de tráfico, según los últimos datos de la Dirección General de Tráfico (DGT).
Más allá de estas consecuencias fatales, los siniestros en la carretera también dejan heridos leves. El latigazo o esguince cervical es la lesión más habitual; está presente en aproximadamente el 34,5% del total de heridos a causa del tráfico. Son frecuentes en los choques, ya sean frontales, laterales o desde la parte posterior, así como por efecto de un frenazo, un golpe en cadena o un alcance.
Se trata de una lesión que habitualmente tiene una buena recuperación gracias a tratamientos antiinflamatorios y rehabilitación con ejercicios de fisioterapia. No obstante, de las 116.500 personas atendidas por latigazo cervical en 2023, 21.242 tuvieron alguna secuela, según la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (UNESPA).
Como consecuencia de estas lesiones, se pagaron hasta 65,3 millones de euros en indemnizaciones y la asistencia sanitaria que se requirió alcanzó un importe cercano a los 77 millones de euros.
Cómo se produce la lesión
El latigazo o esguince cervical se produce por una sucesiva flexión y extensión brusca del cuello, lo que causa un traumatismo menor de la columna cervical. Este efecto ya se produce a velocidades superiores a 10 km/h, por lo que es muy frecuente y, dependiendo de la violencia del movimiento, puede provocar lesiones más o menos graves, que van desde la rigidez y el dolor en el cuello, en los casos leves, a los problemas neurológicos, en lesiones más intensas.
El movimiento se produce de forma involuntaria en muchos de los accidentes viales, pero no es la única causa que puede causar esta lesión. También pueden provocar un latigazo los accidentes deportivos, laborales, las caídas… Esta patología puede alcanzar el 10% de las consultas de urgencias en traumatología.
Por otro lado, diferentes estudios apuntan que las mujeres tiene hasta un 20% más de probabilidades de sufrir esta lesión y a más largo plazo que los hombres. Especialmente las mujeres altas y con edades comprendidas entre los 20 y los 50 años.
Esto se debe, por una parte, a la forma de sentarse en los asientos y a la menor fuerza de los músculos del cuello. Y, por otra, por el hecho de que los sistemas de retención y los análisis de impactos en los vehículos se efectúan mayoritariamente desde la perspectiva de un conductor masculino, con dummies neutros y sin tener en cuenta las especiales características morfológicas de la mujer.
Si se produce un latigazo, es fundamental acudir cuanto antes a una consulta médica, pues la atención temprana mejora considerablemente la recuperación.
Recomendaciones para evitar el latigazo
Algunos de los consejos de la DGT para reducir el riesgo de sufrir un latigazo son los siguientes:
- Ajustar el asiento en altura y distancia: colocar el reposacabezas en la posición correcta, la cabeza debe descansar en el centro del mismo. Tener la cabeza contra un reposacabezas bien colocado impide que esta, el cuello y el cuerpo se muevan a distintas velocidades, lo que podría causar un latigazo cervical. La inclinación del asiento debe ser superior a los 90 grados y el reposacabezas debe alinearse por arriba de la cabeza.
- Llevar el cinturón correctamente abrochado, colocado de forma adecuada sobre el hombro y ajustado al cuerpo para evitar lo máximo posible el movimiento de impulso hacia adelante.
- Conducir con precaución y a la distancia suficiente, para poder evitar un choque si el vehículo de delante frena bruscamente o un impacto desde atrás si se detiene el vehículo sin aviso suficiente.