Desde vivir el momento hasta confiar en la intuición: las lecciones de vida de Steve Jobs

El creador de Apple fue una de las mentes más creativas de la historia, un influyente empresario y visionario del sector tecnológico

Steve Jobs. Foto: Wikipedia.

Steve Jobs. Foto: Wikipedia.

Steve Jobs dejó a lo largo de su vida numerosas lecciones. Más allá de ser el creador de Apple, NeXT y Pixar, el estadounidense fue una de las mentes más creativas de la historia, un influyente empresario y visionario del sector tecnológico.

Más de una década más tarde de su fallecimiento, que se produjo en 2011 a causa de un cáncer de páncreas, sus palabras y consejos aún motivan a aquellas personas que buscan un truco para lograr el éxito empresarial o simplemente necesitan inspiración.

Uno de los discursos más famosos que pronunció durante su vida fue el de la graduación de 2005 en la Universidad de Stanford, una de las mejores de Estados Unidos, del cual se pueden extraer numerosas lecciones de vida.

1. Dejarse guiar por la intuición

Una de las lecciones que el empresario quiso compartir es la de confiar en la intuición. Jobs arrancó su discurso haciendo alusión a sus raíces. Según relata, su madre biológica lo dio en adopción puso como condición que los padres adoptivos se asegurasen que el niño iría a la universidad llegado el momento.

A pesar de las dificultades, sus padres lograron pagar la matrícula para que estudiase en una universidad «casi tan cara como Stanford». «No tenía idea de lo que quería hacer con mi vida y tampoco sabía si la universidad me ayudaría a descubrirlo, y ahí estaba yo gastándome todo el dinero
que mis padres habían ahorrado a lo largo de toda su vida», lamentó.

Por esa razón, decidió abandonar sus estudios y confiar en que todo iba a salir bien. «Ese momento fue aterrador, pero mirando hacia atrás fue una de las mejores decisiones que he tomado nunca», explica para después señalar que esa decisión le permitió prescindir de las asignaturas obligatorias que no lo interesaban y acudir a las que sí le resultaban interesantes.

«No todo fue tan romántico como parece, no tenía dormitorio, dormía en el suelo de las habitaciones de amigos, devolvía botellas de Coca Cola a los depósitos para contar con los cinco centavos para comprar comida y todos los domingos por la noche caminaba once kilómetros para atravesar la ciudad y disfrutar de una comida decente a la semana en el templo Hare Krishna», relata.

Sin embargo, hace hincapié que todo ello, que encontró «siguiendo la intuición» resultó tener más tarde «un valor incalculable». Después de apuntar que la universidad en la que estudiaba ofrecía la mejor formación en la caligrafía del país, recuerda que optó por tomar una clase.

«A priori, nada de esto tenía una aplicación práctica, pero más tarde, cuando estábamos diseñando el primer ordenador Macintosh, todo esto encontró su sentido», destaca.

2. Trabajar en los que se ama

«Fui afortunado porque en mi vida descubrí lo que quería hacer», subraya Jobs, quien también desgrana que creó Apple junto a Steve Wozniak en el garaje de sus padres cuando tenía apenas 20 años.

Tras una década de trabajo duro, pasaron de ser ellos dos solos a tener a su cargo una plantilla conformada por 4.000 empleados y una empresa valorada en 2.000 millones de dólares, lo que equivale a más de 1.939 millones de euros.

3. Creer en uno mismo

Justo cuando estaba atravesando ese dulce momento, Jobs fue despedido de su propia empresa. «Había desaparecido aquello que había
ocupado el centro de toda mi vida adulta, fue devastador, durante unos meses realmente no supe qué hacer y tenía la sensación de haber decepcionado a la generación anterior de empresarios, de haber dejado caer el testigo cuando me lo estaban pasando», explica.

Steve Jobs fue despedido de su propia empresa. Foto: Flickr.
Steve Jobs fue despedido de su propia empresa. Foto: iphonedigital – Flickr.

«Empecé a darme cuenta de algo, todavía amaba lo que hacía, por lo que decidí empezar de nuevo», incide antes de añadir: Durante los siguientes cinco años, fundé una empresa llamada NeXT, otra empresa llamada Pixar y me enamoré de una mujer asombrosa que se acabó convirtiendo en mi esposa».

Tras mostrarse convencido de que todo ello no habría sucedido si no le hubiesen despedido de Apple, asegura que en ocasiones «la vida te golpea la cabeza con un ladrillo», pero lo importante es «no perder la fe».

4. Vivir cada día como si fuese el último

El empresario leyó una vez cuando tenía 17 años: «Si vives cada día como si fuera el último, es muy probable que algún día hagas lo correcto». Desde entonces, cada mañana cuando se mira al espejo se pregunta si hoy fuera el último día de su vida, si querría hacer lo que está a punto de hacer. «Siempre que la respuesta ha sido ‘no’ durante varios días seguidos, he sabido que tenía que cambiar algo», reconoce.

«Vuestro tiempo es limitado, así que no lo perdáis viviendo la vida de otra persona, no os dejéis atrapar por dogmas, no viváis con los resultados del pensamiento de otras personas, no permitáis que el ruido de las opiniones ajenas silencie vuestra voz interior», aconseja a los estudiantes antes de zanjar: «Y lo más importante, tened el valor de seguir a vuestro corazón, porque de alguna manera ya saben lo que realmente queréis llegar a ser».

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