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La Guardia Civil lanza un aviso a los conductores sobre las rotondas
El cuerpo de seguridad da tres consejos sobre cómo circular en las glorietas para evitar accidentes
Una rotonda es un tipo de intersección distinta al resto. En estas no rige la regla general de prioridad de paso a la derecha, pues la prioridad es de los que ya están dentro de la glorieta –siempre que una señal, como un semáforo, por ejemplo, no diga lo contrario.
Pese a que es uno de los temas más estudiados en las autoescuelas para aquellos que se están sacando el carnet de conducir, las rotondas causan confusión entre muchos conductores y multitud de accidentes. Por ello, la Guardia Civil lanza un aviso sobre cómo hay que circular en estos casos, tal como han publicado en sus redes sociales:
No seas #ElListilloDeLaRotonda.
— Guardia Civil (@guardiacivil) September 22, 2024
Si vas por el carril interior debes ceder el paso al vehículo que va por la derecha pic.twitter.com/l0CnzIA83z
Prioridad en la rotonda
La aproximación y el acceso a la rotonda son momentos críticos, en los que se producen más de la mitad de los accidentes, según la Dirección General de Tráfico (DGT).
Al acercarse a la glorieta, hay que observar hacia la izquierda y no precipitarse, reduciendo la velocidad y adecuándola a la señalización y al tráfico. Nunca hay que entrar en la rotonda si no se está seguro que no hay peligro.
Asimismo, hay que tener en cuenta la principal norma en las glorietas: la prioridad es siempre de los vehículos que circulan dentro.
Obligación de ceder el paso
Por lo tanto, el coche que está entrando tiene la obligación de ceder el paso, incluso deteniendo el vehículo si es preciso. Y tiene que hacerlo desde el carril derecho, siempre que esté libre y sea posible.
Una vez dentro, hay dos opciones, dependiendo de la zona donde esté ubicada la rotonda:
- Glorieta en carretera: hay que circular por el carril exterior siempre que esté libre, y se utilizan los demás para adelantar.
- Zonas urbanas: está permitido circular utilizando el carril que más convenga al destino del conductor.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que, si se conduce por el carril interior, también hay que ceder siempre el paso a los coches que van por el carril exterior y no atravesarlo para abandonar la circulación. Además, hay que señalizar siempre cada cambio de carril con el intermitente y con la suficiente antelación para informar al resto de conductores.
También es importante evitar bloqueos dentro de la rotonda; nunca hay que detenerse, a no ser que sea imprescindible, y se debe mantener un flujo constante, salvo que haya retenciones que obliguen a parar.
Salir siempre por el carril derecho
Para evitar maniobras peligrosas y accidentes, la Guardia Civil es clara: siempre se abandona la glorieta por el carril derecho, señalizando la salida para que los demás conductores sepan que estamos abandonándola.
En el caso de que se esté usando el carril interior, por ejemplo, porque hay que tomar las últimas salidas o cambiar de sentido, a la hora de abandonar la rotonda hay que buscar el carril exterior progresivamente antes de llegar a la salida, señalizando cada cambio de carril y respetando la prioridad de otros vehículos si el carril está ocupado.
Hay que señalizar cada cambio de carril con el intermitente y con antelación para informar al resto de conductores
Si el tráfico hace imposible cambiar a tiempo al carril de la derecha antes de la salida, lo más aconsejable es dar otra vuelta para buscar la colocación más adecuada.
Por lo tanto, no está permitido salir de la glorieta desde los carriles interiores, como norma general. El objetivo es evitar una de las infracciones clásicas en las rotondas: la «cruzada» desde el carril interior, una maniobra que puede provocar la colisión contra otro vehículo que esté circulando de forma correcta.