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Los funcionarios en pie de guerra por los salarios: «Están congelados»
Los funcionarios exigen una subida salarial urgente mientras el Gobierno retrasa la negociación
Transcurrido más de un mes de 2025, los funcionarios españoles siguen sin saber cómo evolucionarán sus salarios este año. A día de hoy, sus retribuciones continúan congeladas, salvo el 0,5% adicional que el Gobierno debe abonarles para compensar la inflación. La incertidumbre se mantiene mientras el Ministerio de la Función Pública no abre negociaciones con los sindicatos para definir el nuevo acuerdo salarial.
El acuerdo anterior, denominado «Marco para una Administración del Siglo XXI», expiró el 31 de diciembre de 2024. Desde entonces, el Ministerio de la Función Pública, dirigido por Óscar López, no ha establecido contacto con los sindicatos para fijar las subidas salariales para los próximos años. Mientras tanto, más de tres millones de trabajadores públicos ven cómo su poder adquisitivo sigue disminuyendo.
Desde los sindicatos, especialmente CSIF, denuncian que, a pesar de la «paguilla» del 0,5%, los funcionarios han sufrido una nueva pérdida de poder adquisitivo. La inflación cerró el 2024 en un 2,8%, lo que deja a los trabajadores públicos con una subida salarial insuficiente para hacer frente al incremento del coste de la vida. Según sus datos, desde 2022 los empleados públicos han perdido un 5,8% de poder adquisitivo, y si se considera la década anterior, la cifra supera el 20%.
Comparaciones con las pensiones
Mientras los funcionarios ven sus salarios estancados, el debate político se ha centrado en la revalorización de las pensiones, que recibirán un incremento medio del 2,8% conforme a la inflación interanual. Esta situación genera malestar entre los trabajadores públicos, que exigen un tratamiento similar y una revisión inmediata de sus condiciones salariales.
En 2022, los funcionarios obtuvieron un aumento del 3,5%, mientras que en 2023 la subida fue del 2,5%, a la que se sumaron dos complementos adicionales del 0,5% cada uno. Sin embargo, estos incrementos han sido insuficientes para compensar la inflación acumulada. Los sindicatos exigen una subida realista y que el Ejecutivo convoque de inmediato la Mesa General de Negociación.
Incertidumbre por la falta de presupuestos generales
A la congelación salarial se suma otro problema: la ausencia de Presupuestos Generales del Estado para 2025. Sin unas cuentas aprobadas, la Administración no puede lanzar una nueva oferta de empleo público, lo que afecta a la reposición de plazas y al desarrollo de nuevos proyectos. Además, hay otros temas pendientes como la equiparación salarial entre administraciones, la jornada laboral de 35 horas semanales y la mejora en las condiciones de jubilación.
Ante esta situación, los sindicatos han comenzado a presionar al Gobierno con la amenaza de movilizaciones si no se abre un canal de negociación en las próximas semanas. Consideran inaceptable que los funcionarios sean los grandes olvidados mientras otras medidas económicas siguen avanzando. La falta de una actualización salarial afecta la moral de los trabajadores y podría derivar en protestas y huelgas si no se encuentran soluciones a corto plazo.
Con la inflación en aumento, sin un plan claro del Gobierno y sin Presupuestos aprobados, los funcionarios se sienten en una situación de incertidumbre total. La presión sindical se intensifica, pero el Ejecutivo aún no ha dado señales de iniciar el diálogo. La pregunta sigue en el aire: ¿cuándo y cómo se actualizarán los salarios de los empleados públicos?