Problemas en Europa: se avecina un exceso de electricidad por la alta generación solar
La Red de Operadores Eléctricos alerta sobre riesgos para la estabilidad de la red en un escenario marcado por la sobreproducción renovable
Placas solares./ Pixabay
Europa atraviesa un escenario inusual de superproducción eléctrica, impulsado por una primavera excepcionalmente soleada y un descenso significativo de la demanda energética. Según ha advertido la Red Europea de Operadores de Sistemas de Transporte de Electricidad (ENTSO-E), esta combinación de factores está generando un excedente de electricidad que podría poner en riesgo el equilibrio del sistema eléctrico en numerosos países del continente.
La coincidencia de condiciones meteorológicas favorables con una caída estacional del consumo, motivada por festivos prolongados y vacaciones de Semana Santa (tanto católica como ortodoxa), ha reducido el uso de energía, mientras que las instalaciones solares están operando a plena capacidad. Este desajuste entre oferta y demanda ha activado alertas entre los gestores de red, quienes ya están desplegando medidas extraordinarias para evitar apagones o daños en las infraestructuras.
Un problema paradójico en plena transición energética
“Nos encontramos con el reto de tener demasiada electricidad en ciertos momentos del día”, reconocen desde ENTSO-E. Aunque podría parecer un síntoma positivo en la lucha contra el cambio climático, esta sobreproducción representa un desafío técnico considerable. Las redes eléctricas están diseñadas para mantener un equilibrio constante entre la energía generada y la consumida. Cuando ese balance se rompe, incluso por exceso, el sistema puede volverse inestable.
Este fenómeno es especialmente visible durante las horas centrales del día, cuando el sol incide con más fuerza y la generación solar alcanza picos muy elevados. Sin embargo, como la demanda no acompaña ese ritmo, los operadores se ven forzados a activar mecanismos de contención, como la desconexión temporal de plantas solares o el vertido de energía no aprovechada.
Medidas de coordinación para evitar el colapso
Ante esta situación, ENTSO-E ha reforzado la coordinación entre los distintos operadores nacionales de sistemas eléctricos (TSOs), responsables de garantizar la seguridad del suministro en cada país. Entre las medidas que ya se están implementando se encuentran:
- Monitorización en tiempo real de la generación y la demanda, para anticipar posibles desequilibrios.
- Redistribución de cargas eléctricas entre países, mediante intercambios transfronterizos.
- Activación de mecanismos de respuesta de la demanda, incentivando a grandes consumidores a aumentar su consumo en momentos de exceso de oferta.
- Reducción preventiva de la capacidad inyectada por algunas plantas renovables, si es necesario para proteger la red.
Estas acciones se inscriben en una estrategia de gestión flexible del sistema, cada vez más necesaria en un contexto donde las energías renovables ocupan una proporción creciente del mix eléctrico europeo.
La energía solar, protagonista del exceso
La generación solar fotovoltaica ha experimentado un crecimiento imparable en Europa en los últimos años. Solo en 2023, esta fuente cubrió cerca del 10% del total de la electricidad producida en el continente, y las previsiones apuntan a un incremento constante en los próximos ejercicios. Países como Alemania, España, Italia o Países Bajos han multiplicado su capacidad instalada, en parte gracias a los objetivos marcados por el Pacto Verde Europeo y los fondos de recuperación pospandemia.
Sin embargo, este auge renovable también obliga a repensar el diseño del sistema eléctrico. La generación solar, al depender de la radiación solar, es intermitente y difícil de controlar, lo que complica su integración masiva en momentos de baja demanda.
Papel clave del mercado y los consumidores
Además de los gestores de red, ENTSO-E también ha señalado la responsabilidad que tienen los agentes del mercado eléctrico en mantener la estabilidad del sistema. Los productores y comercializadores deben asegurarse de que sus previsiones de generación y consumo estén alineadas, y deben estar preparados para reducir su producción en momentos críticos si así lo requiere la situación.
Asimismo, los consumidores también pueden contribuir, especialmente aquellos con contratos dinámicos o instalaciones que permiten el ajuste del consumo según la disponibilidad de energía.
El futuro: más almacenamiento y flexibilidad
Este episodio de exceso eléctrico pone de relieve la necesidad urgente de invertir en sistemas de almacenamiento, como baterías industriales y soluciones de hidrógeno verde, que permitan guardar el excedente de energía para utilizarlo en momentos de baja producción. También gana importancia el desarrollo de redes inteligentes y la implementación de tarifas dinámicas que incentiven un consumo más eficiente y adaptado a la producción renovable.
La transición energética hacia un modelo 100% renovable no solo requiere infraestructuras limpias, sino también una gran agilidad operativa. La primavera de 2025 será recordada como un punto de inflexión que puso a prueba la capacidad del sistema eléctrico europeo para adaptarse a los desafíos del nuevo paradigma energético.